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viernes, 17 de enero de 2020

Malas prácticas de riego. Lo que no debemos hacer y cómo corregir.

Las mangueras de riego por goteo NUNCA se cuelgan durante los riegos.


Al colgar las mangueras en esta disposición, la gota no cae en el lugar que corresponde para que forme el bulbo húmedo según tipo de suelo. En este caso, cada curvatura junta el agua de 4 goteros, siendo goteros de 2 l/h, se produce una acumulación puntal de 8 l/h. Por tratarse de un terreno arenoso, existe agua que infiltra en profundidad y lejos de la zona de exploración de las raíces sin formar un bulbo continuo en sentido de la hilera.
En este caso, los goteros se ubican a 0,65 m; cuando en terrenos arenosos se sugiere 0,50 m. Esto puede interpretarse como una falla de diseño.

En el caso de un diseño con doble manguera, estas además de NO COLGARSE, deben ubicarse a 25 cm a cada lado de la línea de plantación y con una alternancia de goteros entre mangueras, para mejorar la distribución en el bulbo. Con doble manguera y goteros ubicados a la par, según la curvatura que se forma, también se suma el agua de 4 goteros, para el ejemplo 16 l/h, que de ningún modo podrá utilizar la planta.

En suelos arenosos se recomienda un diseño de equipo que garantice máxima frecuencia con mínima lámina, ya que la capacidad de retención de agua en el suelo es mínima. En el caso de plantaciones jóvenes se pueden recomendar dos riegos diarios de corta duración.

El sistema de doble manguera puede provocar problemas de uniformidad en la distribución, ya que normalmente los primeros goteros podrán erogar mayor caudal, sobre todo si se trata de goteros NO AUTOCOMPENSADOS.

Ante fallas observadas en la plantación, traducidas a un mal uso del equipo de riego, es necesario hacer una reingeniería del sistema para corregir fallas, hacer un testeo de humedad en los bulbos durante los riegos y tener presente una distancia máxima de 0,35 m entre planta y goteros.

Toda gota que cae desde más de un metro de altura implicas pérdidas de un 20% por deriva y evaporación.


Para riegos GRAVITACIONALES, es importante que la sistematización del riego o forma de conducir el agua en el interior de la propiedad, permita la confección de unidades de riegos pequeñas: pensando en riegos melga a melga y con largo de melga no superior a 100 m. Mayor peso de agua, sin llegar al caudal máximo erosivo, genera más eficiencia de riego, porque llega más rápido al pie.

En estos casos en conveniente el uso de caños y tapones en las unidades de riego para facilitar el trabajo de abrir y cerrar regueras con la anchada o zapa. El objetivo de reducir el tamaño de las unidades de riego es que el agua llegue rápido desde la cabecera al pie, reduciendo pérdidas por percolación profunda en cabecera.

En todos los casos riegos distribuidos como "zig zag" sólo aumenta las pérdidas por percolación y generan situaciones de asfixia radical + pérdida de nutrientes por lavado + aumento en el nivel freático.

Siempre se deben evaluar las pendientes y eliminar "altos", los que generan sectores propensos a procesos de salinización.

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