Observaciones y recomendaciones
Flame Seedless 1. Se trata de cuarteles de más de
12 años. Se deja una carga cercana a 80 yemas por planta; sin embargo se estima
un peso de madera del año de 2,5 a 3 kg/planta, por lo que la riqueza de poda
podrá ser mayor (de 100 a 120 yemas por plantas en guías largas). A su vez, hay
sarmientos de 3 a 5 m de longitud, con entrenudos largos y más de cinco
feminelas (brotes secundarios) por brote. Todos estos son signos de
desequilibrio vegetativo que deben corregirse. En la actualidad la planta
tiende hacia la producción de madera. Esto se puede mejorar con el manejo del
riego y la fertilización (ajustes), además de la regulación de la carga
(cantidad de yemas/planta).
Se recomienda para la poda del
próximo ciclo hacer una regulación de carga mediante la medición del peso de
madera que contemple un rango de plantas pequeñas, medianas y grandes. Por otra
parte, las plantas muestran signos de enmaderamiento o braceros envejecidos
(mal ubicados, que van hacia la melga o que pasan por encima del alambre
principal). Se sugiere una poda de renovación que elimine un bracero enmaderado
y mal ubicado por año/planta; redistribuyendo la carga en los braceros
restantes (una o dos guías más en otro bracero o más yemas por guía). De esta
forma se mantendrá la carga sin bajar la producción.
Figura 1. Plantas de Flame Seedless con braceros envejecidos que necesitan podas de renovación.
Flame Seedless 1 sector este. Se observa un rodal con plantas
de menor vigor y otras con posible daño en el floema. Se debe descartar
cualquier tipo de problema de suelo, por lo que es necesario hacer una
calicata (pozo de 1,8 m de profundidad; 1,5 m de largo y 1 m de ancho entre
dos plantas). Se recomienda cortar desde la base a todas las plantas que
muestran signos de decrepitud. Estas volverán a crecer en el año, con un
rápido proceso de formación y buen vigor. El daño en floema se relaciona con la
formación de pequeños cristales de hielo en el interior del tronco como
consecuencia de riegos estivales tardíos. Estos deben finalizar a fines
de febrero-principios de marzo para garantizar la maduración del sarmiento y
que el tronco no quede con un exceso de agua en su interior.
Figura 2. Plantas con signos de daño en floema (pequeñas rupturas en la corteza que dejan al tejido floemático expuesto).
Figura 3. Las heridas de poda se cubren con un fungicida, lo que evita el ingreso de hongos de madera.
Cereza viejo. Este será injertado, por lo que
se recomienda no podar en la última temporada antes de realizar los injertos
(eliminación de la parte aérea).
Figura 4. Cereza envejecido.
Cereza injertado. En este cuartel los injertos
muestran signos de mucho vigor, por lo que se sugiere ajustar el riego, la
fertilización y calcular la riqueza de poda (medición de indicadores
fisiológicos). Es muy importante que, durante los primeros años, se oriente la
energía de la planta hacia la formación de braceros. Una planta no podrá sostener
buenas producciones a futuro sin una buena estructura.
Fiesta. Este cuartel también presenta exceso de vigor
(brotes de 5 m). Se estima un peso de madera promedio de 2,5 kg/planta. En la
actualidad la riqueza de poda es pobre y se sugiere aumentarla. Esta variedad
produce mejor de guías largas a muy largas por lo que se sugiere dejar de 6
a 8 guías de 15 yemas/guía en promedio, según el porte y expresión de la
planta (regla práctica: se corta en donde el sarmiento se hace más angosto). En
la siguiente temporada de poda se debe volver a hacer regulación de carga y
medición del peso de madera.
Figura 5. Fiesta vigorosa con braceros que crecen por encima del alambre que deben ser eliminados paulatinamente.
Figura 6. Fiesta con podas largas o muy largas. Este sector debe regularse con mediciones del peso de madera, seguimiento durante el ciclo vegetativo, ajuste del riego y la fertilización.
Figura 7. Estimación del peso de madera de poda en Fiesta. En la próxima temporada hay que repetir la medición para re ajustar.
Fiesta injertada. Esta está en formación por lo que
se aconseja armar la planta respetando la regla del codo; esto es, los
braceros deben están ubicados a 30 cm (aproximadamente) por debajo del alambre
principal. A su vez, cada bracero debe ser desyemado/desbrotado hasta la base,
garantizando una correcta forma.
Figura 8. Plantas en formación: aplicar la regla del codo y formar a los braceros 30 cm por debajo de los principales.
Manejo del suelo. En la actualidad se hace labranza
durante el otoño-invierno (lo que es correcto) intercalando entre las melgas el
uso de cincel y subsolador todos los años. Esto, sin conocer la ubicación de
las raíces ni las condiciones edafológicas, puede ser perjudicial si no
se da tiempo suficiente para que haya recuperación. Se estima que las raíces
podrían ser superficiales dado que el suelo de la zona es pesado (arcilloso)
hasta 1 m o 1,2 m de profundidad. Por lo expuesto se recomienda reducir la
frecuencia y cantidad de la labranza de la siguiente forma:
Subsolador: año por medio y melga por medio. Esto implica que si en el año uno se
usó subsolador en la melga uno, al año dos no se debe utilizado y recién se
vuelve a pasar al año tres en la melga dos. Para que el uso del subsolador sea
efectivo se debe tener presente una potencia de tractor de 1 HP/cm de
profundidad y; de no disponer de un tractor de más de 100 HP, se debe pasar el
subsolador por la misma línea en más de dos oportunidades para garantizar que
alcanzó 1 m.
Cincel: el año que no se pasa el subsolador, se usa
cincel (menos invasivo y con menor profundidad de trabajo), en la melga en la
que no se pasó el subsolador el año anterior. De esta manera se alterna año a
año el uso de implementos en la melga y se garantiza una correcta reposición de
raíces.
Se aconseja incorporar materia
orgánica para mejorar la profundidad de exploración de raíces (garantizar 1
m de profundidad) y las condiciones de drenaje, evitando asfixia radical (mejoras
en la física del suelo). Para llegar a esta profundidad se puede usar una
hoyadora de 90 cm de largo y 30 cm de diámetro entre dos plantas sobre la melga
y repetir este trabajo todos los años cambiando la posición de los hoyos. Estos
deben ser rellenados con cualquier tipo de materia orgánica: monte, orujo,
escobajo y/o guano de cabra.
Mangueras de riego. Estas pueden ser colgadas a 45 cm
(altura de las rodillas) para evitar su movimiento entre temporadas, reducir
costos, evitar daños originados por el tractor y animales; entre otros
beneficios. Para colgarlas debe tensarse un alambre, en la hilera, sobre el que
se ajusta y tensa la manguera.
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