Calicata Cereza Oeste
Descripción del perfil
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Capa 1
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Pie de arado
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Franco arcilloso – 40 cm de espesor
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Capa 2
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Franco arenoso – 10 cm de espesor
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Capa 3
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Arcilloso – 60 cm de espesor
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Capa 4
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Franco arenoso – 30 cm de espesor
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Capa 5
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Arenoso – 20 cm de espesor
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Capa 6
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Arcilloso – lo que sigue en profundidad
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Observaciones
Las raíces son superficiales (20
cm) y no pueden profundizar por la presencia de un pie de arado desde los 20 cm
hasta los 40 cm de profundidad. Esto impide que las raíces profundicen; a su
vez, dificulta la infiltración del agua en el perfil. Se observan concreciones
calcáreas por lo que se trata de un suelo alcalino con dificultades para
absorber fósforo, hierro, manganeso y boro, los que son nutrientes esenciales.
Hay raíces con signos de asfixia[1]
(rojas).
Entre los 60 y 80 cm de profundidad
se observan variaciones de color entre el rojo y el verde (procesos de
oxidación y reducción de compuestos de hierro), lo que indica variaciones en el
nivel freático y permanencia de agua por períodos prolongados. Esto está directamente
relacionado con un ascenso de agua hacia la superficie (por capilaridad) y
ciclos de evaporación y deposición de sales[2],
lo que produce salinidad.
Por la variación de texturas de
suelo, se produce una ruptura de los tubos capilares y una interrupción del
proceso de infiltración en cada cambio de capa. Esto implica acumulación
temporal de agua en sectores que generan asfixia de las raíces o anoxia. La falta
de drenaje se ve agravada, en este caso, por el pie de arado y por la presencia
de la napa freática cercana a la superficie.
Problemas principales a solucionar: pie de arado, asfixia radical y
freática cercana a superficie.
Recomendaciones:
1 Se debe subsolar melga por medio
año por medio (en invierno), hasta 1 m de profundidad (regla: potencia de
tractor 1 HP/cm); por lo que se necesita un tractor de 100 HP o más de una
pasada en la misma línea hasta alcanzar 1 m de profundidad.
2 Se deben hacer hoyos con hoyadora de 90 cm
de largo y 30 cm de diámetro. Dos hoyos por planta en la melga o en la hilera,
a 60 cm desde el tronco. Los hoyos deben ser rellenados con materia orgánica
(guano, monte, orujo agotado o una mezcla de ellos, siendo ideal el guano de
cabra).
3 Hacer una acequia de drenaje en
la zona en donde se observan signos de salinidad, sobre el límite norte de la
finca, a la altura de la parcela en cuestión. Para esto se recomienda el uso de
una retroexcavadora a una profundidad mínima de 2 m.
Figura 1. Raíces rojas por asfixia.
Figura 2. Raíces con crecimiento
horizontal por presencia de pie de arado.
Figura 3. Raíces superficiales: 80%
distribuido en los primeros 20 cm de suelo.
Calicata Cereza Este
Descripción del perfil
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Capa 1
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Franco arenoso – 40 cm de espesor
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Capa 2
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Arcilloso – desde los 40 cm hasta 1,80 m
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Observaciones
También se trata de un suelo
calcáreo con pie de arado a los 20 cm, por lo que las raíces son superficiales
y no pueden profundizar. En este caso no se observan signos de asfixia y la napa
freática es profunda (80 cm), por lo que no implica un riesgo de salinización.
Problemas a solucionar: pie de arado, profundidad de
exploración y condiciones físicas del suelo.
Recomendaciones:
1 Subsolar a 1 m de profundidad
(seguir indicaciones dadas).
2 Hacer hoyos a 90 cm de
profundidad (dos hoyos por planta en la melga o en la hilera, según indicación
anterior).
Figura 4. Pie de arado a los 20 cm
de profundidad con 20 cm de espesor.
Figura 5. Concreciones calcáreas en
todo el perfil de suelo.
Conclusiones
La napa freática cercana, los
cambios texturales y el uso excesivo del tractor producen condiciones adversas
para el desarrollo de raíces en profundidad. Se debe mejorar la capacidad del
suelo, aumentando su profundidad, rompiendo el pie de arado e incorporando
materia orgánica para mejorar las condiciones físicas. El presente plan de
trabajo de suelo debe ser acompañado por un plan de riego que optimice el uso
de agua (diseño de unidades de riego y distribución del agua). Se debe
restringir el uso del tractor para labranza. Este debe ser utilizado sólo
durante la temporada de otoño e invierno.
[1]
Cuando las raíces no pueden respirar no pueden producir procesos de absorción
activos y transmiten señales de estrés a la parte aérea.
[2] Cuando el agua, que asciende por
los tubos capilares, llega a la superficie se evapora. De este modo, las sales
que se hallaban disueltas en el agua son depositadas sobre la superficie del
suelo. Esto, durante ciclos sucesivos produce salinización del perfil del suelo
por presencia de napa freática cercana a la superficie.
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