Descripción
del perfil
La primera capa
de suelo corresponde a una textura franco arcillo limosa de 40 cm de
profundidad. El 80% de la exploración de las raíces se ubica hasta los 40 cm.
Luego empieza un suelo de textura pesada (arcilloso), hasta 2 m de profundidad
o más. Entre los 40 cm y los 50 cm de profundidad hay una capa compactada con
coloraciones verdosas (óxido ferroso) y luego hay coloraciones cobrizas (óxido
férrico). Estas coloraciones indican variaciones o fluctuaciones en el nivel de
agua.
Figura
1. Cambio de color y de textura. Primera capa de suelo de 40 cm.
Por el cambio de
textura, entre la primera y la segunda capa de suelo, se produce una acumulación
de agua que permanece por más de tres días en superficie, provocando la asfixia
de las raíces (se denota por una coloración roja). Hay raíces horizontales a
los 40 cm lo que indica la presencia de una limitante para que esta profundice.
Figura
2. Raíz roja con signos de asfixia. Esta raíz se ubica antes de los 40 cm.
Figura
3. Capa compactada a los 40 cm que impide que las raíces profundicen.
Recomendaciones
de manejo
Hoyado: se
debe mejorar la capacidad de drenaje para evitar la asfixia radical. Al mismo
tiempo se debe aumentar la capacidad de exploración de las raíces. Esto se
puede logra haciendo de dos a cuatro hoyos por planta. Se sugiere una distancia
entre el hoyo y el tronco de 60 cm. El trabajo de hoyado se debe iniciar en el
mes de mayo y repetir año tras año hasta alcanzar el nivel de exploración de
raíces deseado y mejorar la capacidad de drenaje del suelo. Usar hoyadora de 90
cm de largo y 30 cm de ancho.
Hoyos: de 2 a 4 por planta a 60 cm desde el
tronco. Repetir año a año.
Riego: reducir
la lámina de riego y aumentar la frecuencia. Desde el inicio del riego (agosto,
riego de recarga del perfil), hasta marzo (finalización de riego y
fertilización poscosecha). Las formas para reducir la lámina de riego son:
1 reducir el
tamaño de la unidad de riego (1 bordo/3 melgas).
2 aumentar el
peso de agua hasta el nivel máximo no erosivo: abrir menor cantidad de regueras
simultáneas.
Regla práctica: 10 cm de lámina de riego
alcanza para regar 1 m de suelo en profundidad.
Labranza:
no se deben realizar movimientos de suelo (uso de rastra o arado, entre otros),
en primavera-verano para no romper las raíces que son superficiales. Las
labores de suelo (retoque de niveles, armado de bordos y eliminación de
malezas), deben restringirse al otoño-invierno.
Conclusiones
Se trata de un
suelo limitado en profundidad, por lo que la raíz tiene poca exploración. Por
procesos de asfixia, la raíz produce una señal e estrés que se traslada a la
parte aérea afectando el crecimiento. Además, la raíz no puede producir
procesos activos de absorción de nutrientes por que no puede respirar (necesita
oxígeno para disponer de energía). Este tipo de suelo es muy rico a nivel
nutricional; sin embargo, por la falta de aire y por la compactación, la raíz
está limitada en sus procesos.
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