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jueves, 2 de julio de 2020

Entre parrales y viñas: desde el riego hasta las podas


Observaciones y recomendaciones

Parral 1-5. Las plantas de estos cuarteles están enmaderas como consecuencia de una falta de podas de renovación anual. Sin embargo, los parrales muestran signos de vigor normal (entrenudos > 10 cm; longitud de brote de 1,5 m y > 3 feminelas/sarmiento). Por esta razón se aconseja realizar podas que le permitan a la planta, paulatinamente, recuperarse, que vuelvan los braceros hacia la cruz, que mejore la aireación e iluminación interior, manteniendo su capacidad productiva.

Cruz de la planta: siempre debe quedar libre, no se deben dejar pitones, ni cargadores en este sector. Los pitones, como elementos de renovación, se deben ubicar hacia afuera. Nunca hay que dejar más de un pitón por bracero (para producir se deja de uno a dos cargadores, según el vigor).

Regulación de carga. Actualmente se dejan de seis a ocho cargadores por planta de seis yemas (sin desyemar) + pitones (dos yemas). Esto implica de 40 a 60 yemas por planta, lo que se percibe correcto según la expresión vegetativa.

Renovación. Eliminar un bracero enmaderado por año y por planta y redistribuir la carga que se saca en los braceros remanentes.


Figura 1. Parral con madera enmaderada y envejecida con posibilidades de renovación.


Figura 2. Todos los cortes > a 3 cm deben ser cubiertos con pintura al agua + un fungicida (captan, oxicloruro de cobre o folpet).


Figura 3. Parral enmaderado con signos de vigor y posibilidades de recuperación. Es necesario hacer modificaciones en los criterios de poda.

Viña 1. Se denota una marcada falta de renovación de los cordones, siendo que se cuenta con material para que esta se realice. Las plantas muestran buen vigor y excelente expresión vegetativa, por lo que se están aplicando criterios de poda erróneos que conducen al envejecimiento prematuro del espaldero. Hay pitones (cuerno) con más de cuatro ciclos de cortes consecutivos sobre el mismo elemento. Se aconseja programar un nuevo esquema de poda para el siguiente ciclo que contemple renovaciones parciales de los braceros y compensaciones con elementos de poda larga (cargadores). De este modo se podrán formar los nuevos braceros y no bajará la producción. Se debe hacer una regulación de carga (riqueza de poda), midiendo el peso de madera del año con una relación de 30 yemas/kg.  


Figura 4. Viña envejecida con signos de vigor que permite hacer renovaciones de cordones, de forma paulatina.


Figura 5. Sistematización del riego: ingreso del agua cada dos melgas. Esto es correcto cuando los cuarteles están nivelados.


Figura 6. Formación de cuernos (pitón sobre pitón) en espaldero.

Viña 2. En el sector noroeste hay un paño o mancha con plantas decrépitas como consecuencia de reiterados déficits hídricos. Se trata de un alto, por lo que primero hay que hacer movimientos de suelo con niveleta o rastrón desde el sur hacia el norte. Luego se recomienda subsolar a 1 m (potencia de tractor 1HP/cm de profundidad), sistematizar el riego por surcos, garantizando una distribución del agua de modo rápido y frecuente (no mayor a 10 días). Luego se procederá con el replante (verificar hoyos de plantación, fertilización de fondo y estado de plantines y/o barbechos, según el momento de la plantación).

Arreglo de estructura. Antes del inicio de la temporada en verde, se deben colocar las grampas y alambres que faltan para poder posicionar a los brotes.


Figura 7. Sector de plantas que debe ser replantado, previo trabajo de suelo y corrección de niveles.

Recomendaciones generales

Riego. La distribución del agua es cada dos melgas, lo que permite hacer riegos eficientes en los sectores que están correctamente nivelados. Debe detenerse el riego a mediados de marzo o principios de abril para facilitar la maduración de los sarmientos siendo necesaria su programación a lo largo del ciclo. De esta madera se obliga a la planta a detener su crecimiento y, así, evitar que quede agua en el tronco lo que puede provocar daños severos. Si se continua con los riegos, hasta la caída de las hojas, seguirá circulando la sabia y, llegada la primera helada, podrá quedar agua en el tronco que por congelación lacerará el floema (tejido vivo de conducción de savia elaborada). De ocurrir esto, la planta podrá tener dos consecuencias: muerte parcial de la parte aérea con lenta recuperación y/o muerte total de la parte aérea con rebrote desde la base en la siguiente estación de crecimiento.


Figura 8. Formas de armar bordos para sistematizar el agua de riego, aumentando la eficiencia de aplicación.

Riego de asiento o de recarga de perfil. Ante la oportunidad de recibir agua a fines de julio (o antes), es aconsejable hacer el riego de asiento o riego de recarga de perfil. Este permitirá que la planta inicie el ciclo productivo con un adecuado contenido de humedad en el suelo para iniciar la brotación, evitar riesgos de heladas y, más tarde, hacer riegos de reposición sin signos de estrés hídrico en la planta al comienzo del ciclo.

Control de malezas. Durante primavera-verano no se debe usar rastra/arado para el control de malezas. Esto se debe a que cada vez que el tallo de la cañota es cortado genera nuevas plantas, agravando el nivel de infestación (una de las principales malezas observadas). En otoño es un momento ideal para hacer control de malezas con productos sistémicos y selectivos porque la planta traslada el herbicida hacia sus órganos de reserva subterráneos, garantizando su muerte. Para el siguiente ciclo productivo de debe armar un programa de control de malezas con herbicidas sistémicos que contemple, por lo menos, cuatro intervenciones por cuartel, comenzando a fines del invierno, en septiembre y/o hasta 10 cm de altura de malezas. Se pueden combinar drogas para control de distintas malezas. Se recomienda el uso de flazasulfurón, diurón, haloxifop metil y/o quizalofop etil (consultar por drogas, dosis y momentos de aplicación. Armar plan de control).

Herbicidas no selectivo defoliantes: paraquat (dosis 3 l/ha). En este caso, se debe tener cuidado de que no haya deriva.

En primavera-verano, si la maleza pasa los 30 cm de altura o más, se recomienda primero segar con desbrozadora (desmalezadora) y luego aplicar el herbicida; así aumentará la eficiencia de aplicación reduciendo la cantidad de caldo a emplear. En esta época es factible formar un mulch vegetal y realizar control de malezas con desbrozadora, teniendo en cuenta que la capacidad de trabajo máxima de la máquina es de 0,5 ha/h a 0,3 ha/h. Con este valor se puede armar un plan de trabajo que permita verificar la demora en recorrer todos los cuarteles y el momento en el que se debe reiniciar la operación.

Importante: para todos los casos de uso de herbicidas, la velocidad del viento no debe ser superior a 10 km/h y las temperaturas de aplicación deben ser menores a 25 °C. Nunca deben combinarse con urea ni gas oil. Iniciar el control de malezas con 5-10 cm de altura con una cobertura del 100% de la superficie.

Labranza, uso de subsolador. Este debe usarse melga por medio y año por medio, tratando de garantizar 80 – 100 cm de profundidad (regla práctica: 1 HP/cm). Esto asegura que las raíces tengan una buena exploración del suelo. Hay que garantizar una completa recuperación de las raíces antes de un nuevo movimiento, ya que causa importantes rupturas de raíces. De ser posible, se incorpora materia orgánica, luego del subsolado, con el uso de un zanjeador. Se debe tratar de incorporar de 10 a 20 t/ha de guano (2-4 paladas guaneras por planta).

Uso de trituradora. Luego de la poda se aconseja roturar los restos y dejarlos en la melga con la finalidad de generar una cobertura orgánica, la que será ligeramente incorporada luego de la sistematización del riego al formar los nuevos bordos para distribuir el agua. No se recomienda el uso de zanjeador para incorporación de los restos de poda. No roturar el suelo en la primavera-verano y limitar la labranza al otoño-invierno.

Sistemas de administración por desempeño y control. Es necesario implementar un sistema de registro y control. Este, además de ser obligatorio por las de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA), permite mejorar procesos de seguimiento y control de tareas. Además contribuye con la detección de desvíos en los planes de trabajo y su corrección.

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