Observaciones y recomendaciones
Se trata de un cultivo de, aproximadamente
40 años, con una estructura (postes y alambres) deteriorada y plantas
envejecidas, como consecuencia de falta de podas de renovación. El criterio de poda
que se aplica, desde el Cuartel 1 al 3, es igual para todas las plantas por lo
que no se sigue un criterio de poda diferencial, según la capacidad productiva
de la cepa (una regla práctica es: a mayor cantidad de madera del año, mayor
cantidad de yemas/planta se deben dejar). Se recomienda, con anticipación, en
la poda siguiente, realizar cambios que impliquen:
1 Regulación de carga para tres
tipos (planta pequeña, mediana y grande).
2 Medición de peso de poda.
3 Renovación/eliminación de
braceros enmaderados y mal ubicados.
En la poda actual se dejan
cuatro cargadores de 5 yemas/cargador + 5 pitones. Esto es 30 yemas/planta.
Se observa que hay plantas que producen de 2 a 3 kg de madera de poda por año.
Bajo una relación de 30 yemas/kg de
madera, se debería dejar una riqueza de poda de 60 a 90 yemas. Dado que no
es factible ni conveniente hacer cambios abruptos; se sugiere, año tras año,
aumentar la carga hasta alcanzar el máximo potencial (60-90 yemas, según el
porte y vigor de la planta).
Figura 1. Poda actual a cuatro
cargadores de cinco yemas + pitones.
Figura 2. Alto nivel de infestación
con cañota.
Figura 3. Las plantas muestras diferentes
expresiones de vigor (mayor y menor cantidad de madera por planta), por lo que
la poda debe seguir un criterio diferencial.
En la poda del siguiente ciclo (solicitar
visita antes de comenzar y planificar el trabajo), se debe eliminar un
bracero enmaderado por planta y por temporada, redistribuyendo el elemento de
carga en los restantes braceros. A su vez, se debe tratar de que los elementos
de carga se aproximen a la cruz (seleccionar los que estén más cerca). Siempre son preferibles sarmientos dorados de
yemas globosas.
En todos los casos, la cruz debe quedar libre para permitir
el ingreso de luz y aire. Sólo se debe dejar hasta un pitón por bracero, si es necesario y si está bien
ubicado (horizontalizado y hacia afuera, nunca hacia arriba y/o hacia
adentro). Tampoco hay que dejar más de un pitón por bracero. Es preferible
dejar dos cargadores, a un cargador + un pitón mal ubicado. El pitón es un
elemento de renovación no de carga.
El criterio a aplicar debe ser tal
que a mayor cantidad de madera que produzca
la planta, mayor debe ser la riqueza de la poda. Así, en Cereza, habrán
plantas desde 5 a 8 cargadores de 6 yemas/cargador + pitones; hasta 7-8
cargadores con 6-7 yemas/cargador + pitones en plantas de gran vigor.
Distribución del riego Cuartel 1. La distribución de agua es
irregular. Hay altos y bajos asociados a mayores y menores expresiones
vegetativas. Las plantas con signos de estrés hídrico muestran brotes de menos
de 50 cm de longitud y entrenudos muy cortes (< 5cm). Es necesario mejorar
la nivelación del terreno con rastrón o niveleta distribuyendo tierra desde los
sitios altos hacia los bajos (movimientos desde el sur hacia el norte). Para
facilitar la distribución del agua y aumentar la eficiencia de riego se
aconseja reducir el tamaño de la unidad generando una piquera por melga o cada
dos melgas.
Orden de labores:
1 rastra/desmalezadora para
limpieza
2 desmalezadora/trituradora
(ruptura de restos de poda)
3 rastra para armado y
sistematización del riego
Para facilitar la maduración de los
sarmientos, es necesario programar los riegos para que finalicen a comienzos de
abril, obligando a la planta a detener su crecimiento y, así, evitar que quede
agua en el tronco, lo que puede provocar la muerte de la planta. De continuar
con los riegos, seguirá circulando la sabia y, llegada la primera
helada, podrá quedar agua en el tronco que, por congelación, lacerará el floema
(tejido vivo de conducción de savia elaborada). De ocurrir esto, la planta
podrá tener dos consecuencias: muerte parcial de la parte aérea con lenta
recuperación y/o muerte total de la parte aérea con rebrote desde la base en la
siguiente estación de crecimiento.
Figura 4. Formas de armar bordos
para sistematizar el agua de riego, aumentando la eficiencia de aplicación.
Mejoras en riego. En esta época del año
(otoño-invierno), se debe aprovechar el inicio del receso invernal
para ejecutar labores de suelo,
hacer retoques de nivel (altos), formar bordos de riego y acequias auxiliares.
Abordar todas las hileras permite, en casos severos de falta de agua, hacer
riegos melga por medio, lo que genera un gran ahorro. Hacer un bordo suave en
la hilera y en las melgas, simula un riego por surcos, permitiendo mayor
eficiencia. El uso de tubos de PVC con tapa, en todas las melgas, evita la
apertura de piqueras y es una buena técnica; sin embargo, hay que prever que
las tapas se pierden con facilidad. La principal ventaja radica en que facilita
el trabajo del regador. De igual modo, se aconseja el uso de lonas o compuertas
para mantener el nivel de la acequia principal en su cota máxima, según el
caudal que se reciba (mayor o menor cantidad de unidades de riego que se puedan
regar de modo simultáneo.
Figura
5. Uso de tubos de PVC con tapa/tapón para evitar la apertura de regueras con
zapa/anchada.
Figura
6. Uso de lonas de riego para limitar el avance del agua en la acequia
principal, permitiendo suficiente presión de agua en cabecera y un rápido
avance (caudal máximo no erosivo)
Videos sobre
riego:
Criterios generales sobre labranza. Se recomienda que las
labranzas o labores de suelo se acoten al otoño-invierno.
Esto evitará daños en las nuevas raíces, reducirá pérdidas de agua por
evaporación y, en los casos de riego gravitacional, facilitará el avance del
agua. Las únicas labores con tractor que se deben realizar desde septiembre
son: control químico de malezas y control fitosanitario, eventualmente, si no
se pudo controlar a las malezas a tiempo, uso de desbrozadora (desmalezadora).
Hongos de madera o brazo muerto. Para evitar la proliferación o
infección con esta enfermedad, todos los cortes mayores a 3 cm de diámetro se deben pintar, finalizada la poda del día, con látex
al agua + captan/folpet/oxicloruro de cobre, formando un líquido espeso. Así se
evita el ingreso de esporas y contaminaciones.
Manejo de
malezas. Durante primavera-verano no se debe usar rastra/arado para el
control de malezas. Esto se debe a que cada vez que el tallo de la cañota es
cortado genera nuevas plantas, agravando el nivel de infestación (una de las
principales malezas observadas). En temporada estival se puede hacer control de malezas con productos
sistémicos y selectivos de pre y posemergencia. Por otro lado, el otoño es otro
momento de alta eficiencia de control porque la planta traslada el herbicida
hacia sus órganos de reserva subterráneos, garantizando su muerte. Sin
embargo, no se debe aplicar herbicida cuando las malezas alcanzan gran
desarrollo (1,5 m de altura de cañota y otras), sin antes usar una
desmalezadora, no rastra (agrava el
problema). Para el siguiente ciclo productivo de debe armar un programa de control de malezas con herbicidas sistémicos
que contemple, por lo menos, cuatro
intervenciones por cuartel, comenzando a la salida del invierno,
continuando en septiembre y/o con malezas de 10 cm de altura. Se pueden
combinar drogas para control de cañota, chipica y amor seco, entre otras. Solicitar
el plan de control de malezas 10 días antes de realizar la compra de
fitosanitarios. Herbicidas sistémico para hoja angosta (cañota y
chipica): haloxifop metil (dosis 3 l/ha); quizalofop etil (dosis 3,5 l/ha).
Regular el gasto de agua a 200 l/ha. Se puede mejorar la eficiencia de la
aplicación bajando el pH de la solución (uso de ácido fosfórico 20 ml/100 l de
agua).
Herbicidas no selectivo defoliantes: paraquat (dosis 3 l/ha). En este
caso, se debe tener cuidado de que no haya deriva.
Herbicidas sistémicos: MCPA 28% (dosis 1,5 l/ha). En
este caso, hay que tener precauciones extremas ya que se trata de un herbicida
de acción hormonal con alta volatilidad, por lo que no debe aplicarse con viento; de haber deriva, ocasionará lesiones
en la vid. La combinación de este con glifosato (dosis de 2 a 6 l/ha según la
infestación), es efectiva cuando en el cuartel hay una mezcla de diferentes
especies: cañota, chipica, cardo, amor seco y suspiro.
Cuando la maleza pasa los 30 cm de altura o más, se recomienda primero segar con desbrozadora (desmalezadora)
y luego aplicar el herbicida; así aumentará la eficiencia de aplicación
reduciendo la cantidad de caldo a emplear. Durante la primavera verano, es
factible formar un mulch vegetal y realizar control de malezas con
desbrozadora, teniendo en cuenta que la
capacidad de trabajo máxima de la máquina es de 0,5 ha/h a 0,3 ha/h. Con
este valor se puede armar un plan de trabajo que permita verificar la demora
en recorrer todos los cuarteles y el momento en el que se debe reiniciar la
operación.
Videos sobre control de malezas:
Para todos los casos de uso de herbicidas,
la velocidad del viento no debe ser superior a 10 km/h y las temperaturas de
aplicación deben ser menores a 25 °C. Nunca deben combinarse con urea ni gas
oil. Iniciar el control de malezas con 5-10 cm de altura con una cobertura del
100% de la superficie.
Fertilización: se sugiere realizar un cálculo
del plan de fertilización basado en la extracción con los nutrientes más
importantes: nitrógeno y fósforo; con aplicaciones foliares
(mochila/pulverizadora) de sulfato de magnesio + sulfato de hierro (de 2 a 3
kg/ha) + ácido fosfórico 85% (20 ml/100 l de agua), junto a las pulverizaciones
para control de enfermedades/plagas.
Datos de cálculo:
1 Nombre del cuartel y variedad; 2
Distanciamiento entre plantas; 3 Superficie del cuartel; 4 Producción del
cuartel; 5 Análisis NPK (si lo hubiere).
Calicata. Estas se realizan para el
diagnóstico de problemas de suelo y/o recomendaciones sobre los trabajos de
suelo a realizar (labranza). Se cava un pozo, 12 h antes de la observación, de
1,8 m de profundidad; 1,5 m de largo y 1 m de ancho, transversal a la hilera
entre dos plantas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario