Las plantas siguen manifestando
signos de estrés hídrico por lo que estos sectores son altos y deben ser
rebajados (labor de otoño-invierno) con niveleta o rastrón. Signos: entrenudo
cortos, largo del sarmiento menor a 0,50 m con pesos de madera de poda menor a
500 g (estimación).
Ecuaciones de poda
Cereza. Poda a pitón, máxima cantidad de pitones, sin
renovación de braceros, tratando de dejar la cruz libre. Criterio: reducir el costo.
Importante: dejar siempre la cruz libre y eliminar todo tipo de elemento
mal ubicado para que ingrese luz y aire.
Gibi. Poda de siete a ocho guías de siete a ocho
yemas/guía. No desyemar y no dejar pitones. Aplicar el mismo criterio de reducción de costos
indicado para Cereza. Se deben dejar
hasta tres guías por bracero.
Figura 1. Plantas envejecidas, con
hongos de madera y sin posibilidades de recuperación.
351 – Arizul. Hay plantas decrépitas con signos
de déficit hídrico. Realizar poda a pitón dejando de 15 a 20 yemas por planta y
no más de 10 pitones de 2 yemas/pitón.
Flame Seedless 1 y 2. En los sectores en los que la
planta no posee madera (crecimientos débiles a muy débiles), se debe pitonear
(criterio de recuperación de planta). En vides con una expresión vegetativa de media
a alta, se sugiere aplicar el criterio que se indicará para Flame Seedless 3 y
4.
Flame Seedless 3 y 4. Hay cinco tipos de crecimientos:
a) plantas con brotes de 2 m y pesos de madera de poda de 2 kg; b) plantas con
brotes de más de 2 m de longitud y de 2,5 a 3 kg de madera de poda; c) plantas
con más de 3 kg de madera de poda y d) plantas pobres; y e) plantas decrépitas.
Para los casos:
a) dejar 6-8 cargadores de 12 a 14
yemas/cargador (guía).
b) dejar 8-10 cargadores de 12 a 14
yemas/cargador.
c) dejar más de 10 cargadores de 12
a 14 yemas/cargador.
d) dejar 3-4 cargadores de 12 a 14
yemas/cargador.
e) pitonear para recuperar la
planta (no es un criterio de producción).
Figura 2. Planta con el tronco
quebrado. Esto se produce cuando los riegos se extienden más allá de marzo y
queda agua en su interior. Cuando esta se congela aumenta su volumen y rompe el
tronco, muriendo la planta.
Figura 3. Flame Seedless de expresión
vegetativa de normal a alta en las que se puede ajustar la carga a 8 cargadores
de 12-14 yemas.
Figura 4. Flame Seedless de expresión
vegetativa normal que se puede regular de 6 a 8 cargadores largos.
Figura 5. Flame Seedless pobre, en
la que no se pueden dejar más de 3-4 cargadores.
Superior Seedless. No podar y evaluar evolución durante
la temporada.
Sultanina. Hacer poda larga, según la capacidad de la planta (cantidad
de madera) y regular la carga de
4 a 8 cargadores de 10 a 12 yemas/cargador. En plantas decrépitas aplicar
criterio de recuperación (poda a pitón).
Malbec. Poda a pitón y cargador, dejando hasta seis
cargadores por planta y sólo un pitón por cargador.
Importante: los cortes que tengan más de 3 cm de diámetro deben ser
pintados con pintura al agua o látex al agua con un fungicida de amplio
espectro (oxicloruro de cobre), formando una lechada espesa. Esto impedirá el
ingreso de hongos de madera y la propagación de brazo muerto y hoja de malvón.
Pasa vana. En general, este tipo de pasas se
asocia a un calibre muy bajo ya que la baya no alcanzó un desarrollo normal. Esto
se relaciona con cosechas anticipadas, dificultad para acumular azúcares,
déficit hídricos durante el llenado de la baya (luego del envero) y/o estrés
asociados a golpes de calor combinados con altas vueltas de riego. El llenado
de la baya se asocia a un riego crítico luego del envero. Una carga excesiva
(sobrecarga), también puede acentuar el problema.
Plan de fertilización. Sólo se requieren las nuevas producciones
por cuartel o por hectárea ya que la
base de cálculo ya está armada. En algunos casos, se podrán reemplazar
aplicaciones de urea por guano de gallina (solicitar una consulta en
septiembre).
Uso de ácido giberélico. Este se puede aplicar para más de
un motivo. Entre ellos: elongación del
raquis, raleo de flores, eliminación de rudimento y/o engorde de bayas. La primera
aplicación (elongación del raquis), se hace con el esquilme visible antes de la
floración; la segunda (raleo de flores), se aplica en plena floración; la
tercera, entre 80 y 90% de floración y la cuarta (engorde) con 4 mm de baya
(solicitar dosis). Dado que los reguladores de crecimiento responden a un
momento puntual y las plantas suelen mostrar una gran variación entre el inicio y final de un proceso,
los resultados, según el clima-año, son erráticos.
Riego: para
el próximo ciclo de producción, se debe programar la finalización del riego
hacia fines de marzo. En la finca se continúa con los riegos, lo que pone en riesgo la vida de la planta,
ya que al seguir circulando sabia, llegado el período de heladas, al quedar
agua en el tronco por congelación lacerará el floema (tejido vivo de conducción
de savia elaborada). De ocurrir esto, la planta podrá tener dos consecuencias:
muerte parcial de la parte aérea con lenta recuperación y/o muerte total de la
parte aérea con rebrote desde la base en la siguiente estación de crecimiento. Además,
detener el riego también facilita la maduración de los sarmientos.
Importante: detener los riegos en marzo.
Riego de recarga de perfil. Ante la oportunidad de recibir
agua a fines de julio es siempre aconsejable hacer el riego de asiento o riego de recarga de perfil. Este
permitirá que la planta inicie el ciclo productivo con un adecuado contenido de
humedad en el suelo para iniciar la brotación, evitar riesgos de heladas y, más
tarde, hacer riegos de reposición sin signos de estrés hídrico al comienzo del
ciclo.
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