Observaciones y recomendaciones
sobre poda DOV
Antes de comenzar con la aplicación
de un sistema de secado en planta es fundamental hacer una medición de su capacidad productiva[1].
El peso de poda es el mejor indicador que se puede utilizar para esto. Se
sugiere hacer mediciones por variedad, cuartel y expresión vegetativa, teniendo
en cuenta que esta práctica sólo se
puede realizar en el primer ciclo DOV, ya que luego, por la eliminación
del 50% del área foliar en temporada estival, no existe un indicador que
relacione capacidad productiva con riqueza de poda (cantidad de yemas por
planta a dejar). Para variedades vigorosas esta relación es de 40 yemas por
cada kilogramo de madera del año. Si el vigor es bajo debe aproximarse a 35
yemas por cada kilogramo de madera del año.
Fiesta 1. En el mismo cuartel hay diferentes
expresiones vegetativas por lo que se seleccionan tres tipos de plantas: una de
bajo vigor, una de vigor medio o normal y otra de gran vigor. Esta misma
medición es conveniente repetirla hasta tener una idea certera sobre la
capacidad de la planta y la carga a dejar. También, se sugiere marcar las plantas y continuar
con mediciones durante todo el ciclo vegetativo, para verifica la respuesta a
la poda DOV. La vid, por un principio de compensación, cada vez que se modifica
alguno de los componentes del rendimiento otro componente se altera tratando de
llegar a un equilibrio o regulación.
Una vez que se empezó con la
aplicación de un sistema DOV, se puede revertir; sin embargo, no puede volverse a
hacer una medición del peso de poda, por ello es muy importante que exista un
registro de la medición. En los ciclos sucesivos, se podrá medir índices de
vigor como: longitud de brotes, largo de entrenudos, número de feminelas por
brote, cantidad de racimos por planta. Luego no se podrá utilizar peso de poda.
Otra herramienta que tiene menor precisión es la medición del porcentaje de
brotación.
En las podas DOV hay renovación
permanente y, de hecho, hay una poda de verano y otra de invierno, por lo que
siempre hay una oportunidad para darle una correcta forma a la vid. Entre los
criterios más importantes se recalca:
1 La zona
media, o de separación de sectores (fruta/madera), debe estar libre para optimizar
la iluminación interior de la planta (interviene en la formación de las yemas frutales) y la
aireación (disminuye la incidencia de enfermedades).
2 Los
sarmientos del sector de fruta deben quedar orientados hacia la melga de fruta
y se deben eliminar todos los brotes que crucen hacia la melga de madera
(interfieren en la zona media).
3 En el
sector de madera no debe quedar un exceso de pitones y se deben garantizar de seis
a ocho yemas para lograr brotes de buen vigor. Los pitones deben quedar
orientados hacia la melga de madera y nunca hacia el interior de la planta.
Luego, en la poda invernal se
adelantará el 50% del trabajo, ya que quedará la mitad de las melgas podadas
(poda de desconexión)[2]
siendo esta otra oportunidad para volver a eliminar todo tipo de elemento
(bracero) que esté mal ubicado y/o en la zona de separación de sectores.
Importante: los cortes de braceros que tengan más de 3 cm de diámetro
deben ser pintados con pintura al agua o látex al agua con un fungicida de
amplio espectro (captan, folpet, oxicloruro de cobre), formando una lechada
espesa. Esto impedirá el ingreso de hongos de madera y la propagación de brazo
muerto y hoja de malvón.
Flame Seedless. Se aplica el mismo criterio que
en Fiesta 1. Se advierte que la aplicación de un sistema DOV en esta variedad
puede estar aparejada a una mayor producción y, como consecuencia, dificultades para alcanzar el grado deseado
y lograr uniformidad en el color. Sin embargo, hay tratamientos químicos
que permiten solucionar los problemas en cuestión.
Rebrotes. Se observan brotes con crecimiento
activo. Esto indica que existe un
desequilibrio y una pérdida energética para la planta. Los brotes no deben
crecer en el otoño y la planta debería estar transportando sustancias de
reserva hacia el tronco y las raíces. Estos nuevos crecimientos, no alcanzarán
a madurar y se necrosarán (se pasman), con la primera helada. Se recomienda
ajustar la fertilización, regular el riego y regular la poda para equilibrar la
planta.
Fiesta 2. Se trata de plantas con braceros
enmaderados y signos de envejecimiento. La aplicación de un sistema DOV
permitirá una renovación que debe ser
regulada según la capacidad de las plantas, junto al riego y a la fertilización.
Se alerta que existe un desequilibrio (presencia de rebrotes otoñales), además de
sales en la superficie que pueden provocar un decaimiento en la vid, por lo que
es importante hacer un seguimiento de todo el ciclo productivo, especialmente
durante la brotación, estando atento a los fenómenos climáticos.
Importante: toda sobrecarga puede provocar un decaimiento en la vid en
cuanto a cantidad y calidad. Antes de aplicar un sistema DOV debe solucionarse
cualquier otro tipo de problema que pueda generar una mayor exigencia
energética.
Figura 1. Planta de gran expresión vegetativa,
asociada a pesos de poda de 4 kg de madera.
Figura 2. Entre los rangos medidos
hay extremos de 2 a 4 kg de madera/planta. En estos casos están todas las
posibilidades de distribución de yemas; desde 4 cargadores de 15 yemas hasta 10
cargadores de 15 a 20 yemas.
Figura 3. Esta vid muestra baja
expresión vegetativa (2 kg de madera), por lo que se dejaron 4 cargadores de 15
a 20 yemas en el sector de fruta + 5-8 yemas en el sector de madera, con lo que
se logra aproximadamente 80 yemas por planta.
Figura 4. Poda DOV en donde se
deja bien separados los sectores de madera/fruta, facilitando el ingreso de
luz y aire.
[1] Capacidad: se entiende como todo lo que la
planta produce entre madera, brotes, hojas, raíces y fruta.
[2]
Esta tiene un rendimiento de 600 a 800 plantas por jornal.