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martes, 18 de mayo de 2021

Poda de formación: Flame Seedless injertada sobre Cereza


El principal criterio a respetar es que se debe tener una planta bien formada antes de empezar a producir. De no existir una buena estructura, no se podrán sustentar altas producciones en el futuro.

Criterios
1 Respetar la regla del codo o desyemar desde el cruce de los alambres 30 cm hacia abajo. Este sector debe quedar libre. La vid, durante unos años, continuará con su crecimiento primario (en altura) y, de haber elementos de sostén en el sector mencionado, estos crecerán por encima de los alambres deformando a la planta y generando desequilibrios fisiológicos.

En este caso, dado que existe un injerto que se ubica a los 30 cm ya está delimitado el espacio en el que no deben existir elementos de sostén (braceros), en la mayoría de las plantas. Un caso especial, en el que se debe respetar la regla del codo, es cuando los injertos son débiles. En esta situación, se ata hasta el alambre uno de ellos, el más fuerte, se despunta y desyema a 30 cm desde el alambre (se dejan dos o tres yemas basales). Luego, la formación continua durante la temporada en verde.

2 Existen dos sarmientos provenientes de los injertos de vigor normal. Estos se atan a los alambres, se despuntan y desyeman dejando sólo tres yemas basales. De esta manera, en el futuro, de cada bracero principal (dos), saldrán dos braceros secundarios terminando con cuatro braceros totales que podrán soportar de dos a tres cargadores por bracero. Esta se la denomina poda dicotómica y facilita la distribución de savia en la planta.

3 Existen dos sarmientos con brotes secundarios vigorosos. En esta situación se procede dejando los dos sarmientos principales y, desde su base, se seleccionan dos sarmientos secundarios bien posicionados. Se atan a los alambres, se despuntan y desyeman hasta la base, dejando sólo tres yemas.

En general: primero se debe eliminar todo tipo de crecimiento que provenga del pie o portainjerto (Cereza); segundo, se debe despejar la planta, sacando ataduras y haciendo cortes de la madera que evidentemente sobrará, para poder tener una mejor visión de las posibilidades de cada planta.

Básicamente estás son tres:
Injerto débil: se aplica regla del codo y se desyema a 30 cm desde el alambre.
Dos injertos con sarmientos normales: se atan al alambre, se despuntan y se desyemas hasta la base, dejando tres yemas.
Dos injertos con sarmientos y brotes secundarios vigorosos: de los principales, se seleccionan los mejores secundarios de la base, se atan, despuntan y desyeman.



Figura 1. Injertos con signos de alto vigor, lo que puede facilitar el proceso de formación de plantas con una estructura adecuada.
   

Figura 2. Caso de injertos débiles en el que se selecciona el mejor, se ata, se despunta y desyema a 30 cm por debajo del alambre. La formación continúa con manejo en verde.



Figura 3. Caso más frecuente. Planta que ya tiene liberado los 30 cm desde el alambre y los injertos nacen próximos a esta altura.



Figura 4. En este caso, los dos injertos fueron vigorosos y se pudo seleccionar dos brotes secundarios de cada primario que permitió llegar a los cuatro braceros, los que también deben ser desyemados hasta la base.



Figura 5. En este caso; por un lado, existe un sarmiento primario (injerto) con dos brotes secundarios y; por otro lado, un brote primario del que se desprende, desde la base, un brote secundario que puede funcionar como bracero.


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