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jueves, 6 de mayo de 2021

Peronóspora, malezas, déficit hídrico, intoxicación salina y algo más: finca en 25 de Mayo, San Juan


Observaciones y recomendaciones

En general, se observan oportunidades de mejora que se centran en un desequilibrio fisiológico con exceso de vigor, manejo fitosanitario, manejo de malezas y riego. En este momento del año se deben iniciar las labores  de mantenimiento: reposición de fallas con mugrones, labores con rastra, formación de bordos de riego (en el caso de riego gravitacional) y retoques de nivel. Hay deficiencias en el manejo fitosanitario a corregir (drogas, dosis, momento de aplicación y/o regulación de maquinaria) La expresión vegetativa en algunos sectores denota exceso de vigor y en otros fallas superiores a un 50%. El grado de infestación de malezas es de alto a muy alto, por lo que hay que ajustar su manejo. Se estima que el potencial productivo de la propiedad es de 2.800.000 kg.

Manejo de malezas. Durante primavera-verano no se debe usar rastra/arado para el control de malezas. Esto se debe a que cada vez que el tallo de la cañota es cortado genera nuevas plantas, agravando el nivel de infestación (una de las principales malezas observadas). En esta época se puede hacer control de malezas con productos sistémicos y selectivos. Es un momento de alta eficiencia porque la planta traslada el herbicida hacia sus órganos de reserva subterráneos, garantizando su muerte. Sin embargo, no se puede aplicar herbicida en la situación actual (1,5 m de altura de cañota y otras), sin antes usar una desmalezadora, no rastra (agrava el problema). Para el siguiente ciclo productivo de debe armar un programa de control de malezas con herbicidas sistémicos que contemple, por lo menos, cuatro intervenciones por cuartel, comenzando en septiembre y/o 10 cm de altura de malezas. Se pueden combinar drogas para control de cañota y amor seco. Solicitar el plan de control de malezas 10 días antes de realizar la compra de fitosanitarios. Ya que se posee maquinaria, el control de malezas es factible. Un control tardío (malezas de 15 a 20 cm), aumenta el gasto en herbicida y el tiempo operativo.

Herbicidas sistémico para hoja angosta (cañota y chipica): haloxifop metil (dosis 3 l/ha); quizalofop etil (dosis 3,5 l/ha). Regular el gasto de agua a 200 l/ha. Se puede mejorar la eficiencia de la aplicación bajando el pH de la solución (uso de ácido fosfórico 20 ml/100 l de agua).
Herbicidas no selectivo defoliantes: paraquat (dosis 3 l/ha). En este caso, se debe tener cuidado de que no haya deriva.
Herbicidas sistémicos: MCPA 28% (dosis 1,5 l/ha). Hay que tener precauciones extremas ya que se trata de un herbicida de acción hormonal con alta volatilidad, por lo que no debe aplicarse con viento; de haber deriva, ocasionará lesiones en la vid. La combinación de este con glifosato (dosis de 2 a 6 l/ha según la infestación), es efectiva cuando en el cuartel hay una mezcla de diferentes especies: cañota, chipica, cardo, amor seco y suspiro.

Cuando la maleza pasa los 30 cm de altura o más, se recomienda primero segar con desbrozadora (desamlezadora) y luego aplicar el herbicida; así aumentará la eficiencia de aplicación reduciendo la cantidad de caldo a emplear. Durante la primavera verano, es factible formar un mulch vegetal y realizar control de malezas con desbrozadora, teniendo en cuenta que la capacidad de trabajo máxima de la máquina es de 0,5 ha/h a 0,3 ha/h. Con este valor se puede armar un plan de trabajo que permita verificar la demora en recorrer todos los cuarteles y el momento en el que se debe reiniciar la operación.

Importante: para todos los casos de uso de herbicidas, la velocidad del viento no debe ser superior a 10 km/h y las temperaturas de aplicación deben ser menores a 25 °C. Nunca deben combinarse con urea ni gas oil. Iniciar el control de malezas con 5-10 cm de altura con una cobertura del 100% de la superficie.

Importante: se aconseja que las labranzas o labores de suelo se acoten al otoño-invierno. Esto evitará daños en las nuevas raíces, pérdidas de agua por evaporación y, en los casos de riego gravitacional, dificultará el avance del agua.

Importante: las únicas labores con tractor que se deben realizar desde septiembre son: control químico de malezas y control fitosanitario, eventualmente, si no se pudo controlar a las malezas a tiempo, uso de desbrozadora (desmalezadora).

Rebrotes: se observan brotes con crecimiento activo. Esto indica que existe un desequilibrio y una pérdida energética para la planta. Los brotes no deben crecer en el otoño y la planta debería estar transportando sustancias de reserva hacia el tronco y las raíces. Estos nuevos crecimientos, no alcanzarán a madurar y se necrosarán (se pasman), con la primera helada. Se recomienda ajustar la fertilización, regular el riego y regular la poda para equilibrar la planta. 
  
Poda: según los cuarteles, hay diferentes expresiones vegetativas, por lo que hay que hacer una regulación de la carga antes de empezar a podar y dar una instrucción diferencial para cada cuartel/caso. Se inicia la poda con la variedad tardía y se finaliza con la Flame Seedless. Para esta variedad, se recuerda, las podas deben ser largas. Se contabilizó seis cargadores de seis yemas + 12 pitones; estimado una carga de 40 yemas por planta de Cereza. En el caso de Flame Seedless se contabilizó la misma cantidad de yemas por cargado, dejando entre seis y ocho cargadores + pitones. Esto implica una carga de hasta 60 yemas. Dado que la planta expresa gran vigor con brotes de más de 4 m, tableados, más de tres feminelas por brote, se deduce que la poda pasada fue pobre, debiéndose aumentar la cantidad de yemas por planta y regular su distribución en la próxima poda. Esto disminuirá la producción de madera y reducirá la competencia vegetativo-reproductiva, permitiendo mayor equilibrio. Recomendación: medir el peso de poda, porcentaje de brotación y calcular una ecuación de poda. Existen plantas con más 3 kg de madera, por lo que, a la caída de las hojas, hay que regular a 40 yemas/kg de madera del año (en este caso).

Importante: toda planta nueva que no llego al alambre debe ser podada a dos yemas.

Regulación de maquinaria: este es un buen momento del año para hacer regulación y mantenimiento de maquinaria, además de comenzar las labores de mantenimiento dentro del cuartel. La pulverizadora de herbicidas se debe regular para 200 l/ha (caudal-picos) y 2 h/ha (velocidad de trabajo). De esta forma, la capacidad de trabajo será de 4 ha/día y esto determina que se puede completar en cinco días un ciclo de control de malezas de 20 ha, si las condiciones climáticas son favorables.

Estado fitosanitario. Se observan hojas con signos de peronóspora en estado detenido. Esto se asocia a una densa cobertura de la canopia, alta humedad en el interior del parral y poca aireación. El inóculo (esporas del hongo), quedará en la hojarasca del suelo. Por este motivo hay que estar atento a las condiciones climáticas del siguiente ciclo vegetativo y realizar un tratamiento fitosanitario temprano y específico para esta enfermedad, con un producto sistémico. Se debe respetar la dosis (siempre expresadas por hectárea), conocer el volumen erogado (l/ha de agua) y hacer las aplicaciones en los momentos oportunos (máxima vulnerabilidad de la enfermedad). Más adelante se encontrará un plan fitosanitario básico, para evitar este tipo de problemas.

Hay, en toda la finca, signos de intoxicación con cloro (margen necrosado de la hoja y/o hojas secas que se caen, quedando sólo el pecíolo), y boro (puntos negros que se acumulan en el margen de las hojas). Esto se relaciona con un riego deficitario (frecuencia o lámina de riego insuficiente) o la falta de un requerimiento de lixiviación (lavado), para permitir que las sales se mantengan en el borde del bulbo húmedo (riego por goteo). También esto se puede relacionar con un intervalo de tiempo superior a 10 días sin regar (por falta de agua u otras razones durante la etapa en verde primavera-verano), lo que provoca la ruptura del bulbo húmedo y la migración de sales tóxicas hacia el interior de la zona de exploración de las raíces, produciendo el síntoma observado. Se recomienda, en función del agua disponible, hacer un nuevo cálculo de la lámina de riego y su distribución (frecuencia y horas de riego por día), para garantizar que el bulbo húmedo no se rompa durante el ciclo vegetativo. Para esto, consultar a los técnicos del INTA, especialistas en riego y drenaje Alfredo Olguín o Federico Montenegro.

Sería conveniente, en invierno, regar a manto y/o aplicar una lámina de riego excesiva, con el equipo de riego, para hacer un lavado de sales tóxicas, garantizando la formación del bulbo húmedo y una reducción en la concentración de sales en la zona de exploración de las raíces.

Importante: para facilitar la maduración de los sarmientos, es necesario programar los riegos para que finalicen a principios de abril, obligando a la planta a detener su crecimiento y; así, evitar que quede agua en el tronco, lo que puede provocar la muerte de la planta.

Importante: de continuar con los riegos, seguirá circulando la sabia y, llegada la primera helada, podrá quedar agua en el tronco que, por congelación, lacerará el floema (tejido vivo de conducción de savia elaborada). De ocurrir esto, la planta podrá tener dos consecuencias: muerte parcial de la parte aérea con lenta recuperación y/o muerte total de la parte aérea con rebrote desde la base en la siguiente estación de crecimiento.

Fertilización: se sugiere realizar un cálculo del plan de fertilización basado en la extracción. Ya que la finca tiene equipo de fertirriego es factible el uso de fertilizantes de bajo costo como urea (soluble) y ácido fosfórico, siendo estos los más importantes (nitrógeno y fósforo). En Flame Seedless hay signos de deficiencia de magnesio, lo que implica afecciones durante la fotosíntesis, por ser este un componente estructural de la clorofila. Aplicaciones de sulfato de magnesio y sulfato de hierro (de 2 a 3 kg/ha), junto a las pulverizaciones foliares, para control de enfermedades, son eficientes y regulan esta deficiencia mineral.

Calicata. Se observa un paño con signos de revinición y/o proceso de salinización. Hay malezas indicadoras de agua cercana a superficie (pájaro bobo) e indicadoras de salinidad (espina blanca). Esto puede tener diferentes causas por lo hay que determinar: a) si hay un impedimento en profundidad que interrumpa el drenaje y/o b) si existe una napa freática cercana que origina el ascenso capilar del agua y ciclos sucesivos de evaporación y deposición de sales sobre la superficie. Recomendación: hacer una calicata (12 h antes de la observación, no más) de 1,8 m de profundidad; 1,5 m de largo y 1 m de ancho, transversal a la hilera entre dos plantas. Solicitar visita con 10 días de antelación.

Barbechos

Selección del material: desde un principio se debe descartar el material de plantas que presenten cualquier tipo de defecto. Preferentemente se deben seleccionar plantas productivas (se marcan en verano), con sarmientos dorados, vigorosos, de aspecto sano, sin signos de oídio ni peronóspora. Se debe tener presente que el sarmiento contiene sustancias de reservas que, una vez hidrolizadas, serán el sustento para el crecimiento de raíces. Por este motivo se descartarán sarmientos débiles y enfermos. 
La longitud ideal de las estacas ronda los 50 cm, tratando de que cada estaca no posea menos de 4 yemas. Si se prevé que el terreno en donde crecerá dispondrá de poca agua, el largo podría ser de 60 cm. La experiencia indica que las raíces que se desarrollan de una estaca larga, son más débiles que las que las que se originan de estacas cortas, siendo las raíces de estas últimas más numerosas y de mayor vigor. Es preferible tomar las bases de los sarmientos y dejarles un tocón, cruceta o pie de mula, lo que es una porción de madera vieja o del año anterior. Esta porción de madera contendrá mayor cantidad de sustancias de reserva y poseerá mayor cantidad de yemas rizogénicas, por lo que facilitará el crecimiento de las raíces. 

Acondicionamiento: una vez que el material fue seleccionado, se arman atados o paquetes de 100 a 200 estacas. Estos paquetes pueden ser llevados a frigorífico o pueden ser enterrados. En el primer caso, deben tratarse con un fungicida para que no se formen hongos durante el almacenamiento y el material debe estar entre 0 y 5 °C con un 90% de humedad. Luego de hacer  el tratamiento con un fungicida (captan, folpet, etc) los paquetes deben ser envueltos en nylon o material plástico para consérvalos hasta su plantación en viñedo. Si el material será enterrado
(estratificación de estacas), este debe ubicarse en un pozo amplio a 60-70 cm desde el suelo. Se  debe tratar de que el tipo de suelo sea franco: ni arenoso (se secaría), ni arcilloso (retendría mucha agua). Con esta opción se debe garantizar que haya una fuente de agua cerca que permita mantener el suelo húmedo (no con exceso de agua). También es importante que no se seque, por lo que lograr el equilibrio justo en la proporción de agua es difícil. En este caso (estacas estratificadas), no es necesario envolver los paquetes con plástico y es conveniente rodear los paquetes con arena. Si hay diferentes materiales, estos deben ser etiquetados. Un aspecto muy importante es que el acondicionamiento debe producirse el mismo día en el que se seleccionan las estacas para que no haya deshidratación.

Preparación de estacas pre plantación: a la salida del invierno, antes de la brotación se debe extraer el material del suelo o se debe sacar del frigorífico para plantación. Antes de la plantación es muy importante que se eliminen inhibidores con agua corriente por 24 horas. Frecuentemente se colocan los paquetes en acequias en donde circula agua de turnado.

Plantación: sólo en caso de bajo enraizamiento1, se podrá aplicar auxinas para facilitar el proceso. Lo normal es que las estacas poseen un alto porcentaje de enraizamiento por lo que no es necesaria una aplicación de auxinas. Luego del lavado se procede a la plantación. Las estacas deben ser colocadas en una zanja profunda y se dejan dos yemas expuestas. Es muy importante que el material que queda enterrado no se dañe o doble. Esta zanja debe ser permeable y debe permitir el desarrollo de raíces por lo que se evitará la selección de terrenos compactados. Sería conveniente que haya una preparación previa del terreno, lo que permitiría una capacidad de exploración de raíces de 70 a 80 cm.

Injerto Omega: es posible realizar la unión del injerto (parte aérea) y el portainjerto (base), en un paso. Sin embargo, sin infraestructura, es conveniente realizarlo en dos etapas. En el primer caso con una tijera omega, luego de haber seleccionado el material (injerto y portainjerto), y haber clasificado diámetros, el injerto se corta entre los nudos (los nudos contienen a la yema). En este caso es necesario atar o encintar la unión para favorecer la callogénesis, evitar daños y luego colocar una parafina de uso agrícola (algunos sólo usan parafina), para que el material no se deshidrate. Este se conserva en frigorífico hasta plantación, directo en tierra, garantizando que el injerto no quede cubierto y que el pie esté perfectamente desyemado. Dado que el porcentaje de enrizamiento del pie es alto, no se necesita el uso de una hormona de enraizamiento. En otros casos, con mayor infraestructura, una vez que el injerto y portainjerto están unidos se los coloca en bines con aserrín, se los humedece y se produce la emisión de raíces por forzadura con temperaturas controladas (este procedimiento es complejo, ya que puede provocar la brotación del injerto, lo que pone en riesgo todo el proceso. En otros casos, estas plantas (injerto y portainjerto), se guardan en frigorífico con un fungicida como captan o folpet y se los conserva hasta el momento de la plantación, sin enraizamiento previo. Cuando se realiza el procedimiento en dos etapas; primero, se coloca el pie o portainjerto a campo y, luego de una temporada, se injerta con una púa o lengüeta (cambia el procedimiento). Siempre se debe desinfectar las herramientas con cloro al 1,5% con rociador.

Preparación de enraizados (auxina) o ácido naftalen acético (ANA). ANA viene al 16% o 16.000 ppm (partes por millón). Se debe tomar 100 g del concentrado y diluir en 1 l de agua; de la dilución se mide 250 ml y se coloca en otro envase llevando su volumen a 1 l. Se repite el procedimiento hasta logar 4 litros de solución a 4.000 ppm. Luego se puede asperjar la solución hasta 48 horas después de preparada sobre 1 m2 de talco. Una vez seco el talco (no secar al sol); se envasa. El pie, previa plantación y húmedo, se coloca en el talco y se planta.


Figura 1. Injerto Omega de banca: cada tramo del injerto sólo posee una yema, mientras el pie o portainjerto tiene un largo de 20 cm a 30 cm y debe estar desyemado para que no se afranque (que brote el pie).



Figura 2. Tipos de bulbos húmedos según la textura de suelo.


Figura 3. Superposición práctica que debe existir entre bulbos húmedos. En este caso, no se trata de riego por goteó, sin embargo, debe primar el mismo criterio.


Figura 4. Hoja con signo de peronóspora en estado detenido. Se observa con claridad el parche de tapicería o mosaico, mancha cuadrangular típica de la enfermedad.


Figura 5. Parral de Flame Seedless con signos de peronóspora, relacionado a un exceso de vigor, canopia cerrada, falta de ventilación y alta humedad relativa.


Figura 6. Brote con crecimiento activo en otoño. En este momento del año, la planta debe prepararse para el receso vegetativo y no debe crecer; por el contrario, debería están enviando sustancias de reserva al tronco y raíces.


Figura 7. Hoja con signo de deficiencia de magnesio. Este es el clave en la composición de la clorofila y, por ende, afecta la fotosíntesis.


Figura 8. Hoja con signos de intoxicación provocados por acumulación de cloro y boro (sales tóxicas). Esto puede tener diferentes causas: frecuencias y láminas inadecuadas para el sistema de riego, ruptura del bulbo húmedo o problemas de cálculo y dimensionamiento del equipo de riego.


Figura 9. Signos de intoxicación con cloro (por acumulación). A diferencia de la peronóspora que seca completamente la hoja, el cloro; primero, produce una necrosis marginal (secado); segundo, el secado avanza hacia el interior del limbo y; por último, cae la hoja quedando el pecíolo adherido al sarmiento.



Figura 10. Sector con presencia de pájaro bobo, maleza indicadora de agua cercana a superficie. El origen del agua puede ser: a) por acumulación; b) por ascenso capilar desde una napa freática cercana.


Figura 11. Presencia de espina blanca (maleza indicadora de presencia de sales tóxicas), en el mismo cuartel que se muestra en la figura 10. Se sugiere hacer una calicata para determinar la causa del problema.

Conclusión: se deben reforzar los procesos administrativos de planificación, ejecución y control, para garantizar que todos los recursos que se emplean sean utilizados con máxima eficiencia y; así, alcanzar el potencial productivo: 2.800.000 kg.

Plan fitosanitario general

Importante: los fitosanitarios tienen una acción residual no mayor a 20 días. Para aplicaciones de mantenimiento (pasados los 20 días) o luego de una lluvia, usar productos de contacto. Para aplicaciones principales usar productos sistémicos (indicado en cada aplicación).
Importante: respetar la dosis. No subdosificar. Distribuir la dosis por hectárea en el agua que se consuma por hectárea.

Aplicación 1: control de oídio (producto sistémico). Momento brote de 15 cm (estar atento en octubre)
Opciones de drogas: boscalid + pyraclostrobin 5 kg/ha o pyraclostrobin 200 ml/ha o penconazole 250 ml/ha. Combinar con producto para Lobesia. Se puede usar urea foliar, magnesio y hierro.

Aplicación 2: control de oídio y podredumbre (siempre producto sistémico). Momento floración (estar atento 30 días posteriores a brotación).
Opciones de drogas: benomil 1,2 kg/ha o procimidone 1 l/ha + droga para oídio diferente de la aplicación 1. Se puede usar boro, magnesio y hierro. No usar urea foliar ni vía suelo.

Aplicación 3: control de peronóspora (usar producto sistémico) y oídio. Grano de arveja.
Productos marcados. Elegir uno diferente (respecto a la aplicación 1 y 2) para control de oídio.
Opciones de drogas: fosetil aluminio 3 kg/ha o benalaxil 2,5 kg/ha o metalaxil (4%) 2,5 kg/ha. Combinar con otra droga para oídio de la aplicación 1.

Aplicación 4: control de oídio (peronóspora opcional, según ocurrencia de lluvias - usar producto de contacto) y podredumbres. Cierre de racimo.
Droga: folpet 2 kg/ha

Aplicación 5: control de podredumbre. Momento precosecha según período de carencia de la droga.
Opción: dióxido de cloro 1 l/ha.

Aplicación 6: control de oídio (contacto) y peronóspora (contacto). Momento poscosecha (Marzo, junto al último riego).
Drogar: azufre (5 kg/ha) + mancozeb (2,5 kg/ha) u oxicloruro 5 kg/ha.

General: las dosis están calculadas para un gasto de 1000 l/ha. De gastar menor cantidad de agua, deberá concentrar la droga para alcanzar la dosis. Ante dudas, consulte.

Se puede complementar cada aplicación con:
Sulfato de magnesio 250 g/100 l agua
Sulfato de hierro 250 g/100 l agua
Urea 100 g/100 l agua (nunca en floración)
Ácido fosfórico 30 ml/100 l agua

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