Observaciones y recomendaciones
En general, se observan oportunidades
de mejora que se centran en un desequilibrio fisiológico con exceso de vigor,
manejo fitosanitario, manejo de malezas y riego. En este momento del año
se deben iniciar las labores de
mantenimiento: reposición de fallas con mugrones, labores con rastra, formación
de bordos de riego (en el caso de riego gravitacional) y retoques de nivel. Hay
deficiencias en el manejo fitosanitario a corregir (drogas, dosis, momento de
aplicación y/o regulación de maquinaria) La expresión vegetativa en algunos
sectores denota exceso de vigor y en otros fallas superiores a un 50%. El grado
de infestación de malezas es de alto a
muy alto, por lo que hay que ajustar su manejo. Se estima que el potencial
productivo de la propiedad es de 2.800.000 kg.
Manejo de
malezas. Durante primavera-verano no se debe usar rastra/arado para el control
de malezas. Esto se debe a que cada vez que el tallo de la cañota es cortado
genera nuevas plantas, agravando el nivel de infestación (una de las principales
malezas observadas). En esta
época se puede hacer control de malezas con productos sistémicos y selectivos.
Es un momento de alta eficiencia porque la planta traslada el herbicida
hacia sus órganos de reserva subterráneos, garantizando su muerte. Sin
embargo, no se puede aplicar herbicida en la situación actual (1,5 m de altura
de cañota y otras), sin antes usar una desmalezadora, no rastra (agrava el problema). Para el siguiente ciclo productivo
de debe armar un programa de control de
malezas con herbicidas sistémicos que contemple, por lo menos, cuatro intervenciones por cuartel,
comenzando en septiembre y/o 10 cm de altura de malezas. Se pueden combinar
drogas para control de cañota y amor seco. Solicitar el plan de control de
malezas 10 días antes de realizar la compra de fitosanitarios. Ya que se
posee maquinaria, el control de malezas es factible. Un control tardío (malezas
de 15 a 20 cm), aumenta el gasto en herbicida y el tiempo operativo.
Herbicidas sistémico para hoja
angosta (cañota y
chipica): haloxifop metil (dosis 3 l/ha); quizalofop etil (dosis 3,5 l/ha).
Regular el gasto de agua a 200 l/ha. Se puede mejorar la eficiencia de la
aplicación bajando el pH de la solución (uso de ácido fosfórico 20 ml/100 l de
agua).
Herbicidas no selectivo defoliantes: paraquat (dosis 3 l/ha). En este
caso, se debe tener cuidado de que no haya deriva.
Herbicidas sistémicos: MCPA 28% (dosis 1,5 l/ha). Hay que tener precauciones extremas ya que se trata de un herbicida
de acción hormonal con alta volatilidad, por lo que no debe aplicarse con viento; de haber deriva, ocasionará lesiones
en la vid. La combinación de este con glifosato (dosis de 2 a 6 l/ha según la
infestación), es efectiva cuando en el cuartel hay una mezcla de diferentes
especies: cañota, chipica, cardo, amor seco y suspiro.
Cuando la maleza pasa los 30 cm de altura o más, se recomienda primero segar con desbrozadora
(desamlezadora) y luego aplicar el herbicida; así aumentará la eficiencia de
aplicación reduciendo la cantidad de caldo a emplear. Durante la primavera
verano, es factible formar un mulch vegetal y realizar control de malezas
con desbrozadora, teniendo en cuenta que la capacidad de trabajo máxima de la máquina es de 0,5 ha/h a 0,3 ha/h.
Con este valor se puede armar un plan de trabajo que permita verificar la
demora en recorrer todos los cuarteles y el momento en el que se debe
reiniciar la operación.
Importante: para todos los casos de uso de herbicidas, la velocidad del
viento no debe ser superior a 10 km/h y las temperaturas de aplicación deben
ser menores a 25 °C. Nunca deben combinarse con urea ni gas oil. Iniciar el control
de malezas con 5-10 cm de altura con una cobertura del 100% de la superficie.
Importante: se aconseja que las labranzas o
labores de suelo se acoten al otoño-invierno. Esto evitará daños en las nuevas
raíces, pérdidas de agua por evaporación y, en los casos de riego
gravitacional, dificultará el avance del agua.
Importante: las únicas labores con tractor
que se deben realizar desde septiembre son: control químico de malezas y
control fitosanitario, eventualmente, si no se pudo controlar a las malezas a
tiempo, uso de desbrozadora (desmalezadora).
Rebrotes:
se observan brotes con crecimiento activo. Esto indica que existe un desequilibrio y una pérdida energética para la planta. Los
brotes no deben crecer en el otoño y la planta debería estar transportando
sustancias de reserva hacia el tronco y las raíces. Estos nuevos crecimientos,
no alcanzarán a madurar y se necrosarán (se pasman), con la primera helada. Se
recomienda ajustar la fertilización, regular el riego y regular la poda para
equilibrar la planta.
Poda: según los cuarteles, hay diferentes
expresiones vegetativas, por lo que hay que hacer una regulación de la carga antes de empezar a podar y dar una
instrucción diferencial para cada cuartel/caso. Se inicia la poda con la
variedad tardía y se finaliza con la Flame Seedless. Para esta variedad, se
recuerda, las podas deben ser largas.
Se contabilizó seis cargadores de seis yemas + 12 pitones; estimado una carga
de 40 yemas por planta de Cereza. En el caso de Flame Seedless se contabilizó
la misma cantidad de yemas por cargado, dejando entre seis y ocho cargadores +
pitones. Esto implica una carga de hasta 60 yemas. Dado que la planta expresa
gran vigor con brotes de más de 4 m, tableados, más de tres
feminelas por brote, se deduce que la poda pasada fue pobre, debiéndose aumentar la cantidad de
yemas por planta y regular su distribución en la próxima poda. Esto disminuirá
la producción de madera y reducirá la competencia vegetativo-reproductiva,
permitiendo mayor equilibrio. Recomendación: medir el peso de poda,
porcentaje de brotación y calcular una ecuación de poda. Existen plantas
con más 3 kg de madera, por lo que, a la caída de las hojas, hay que regular a
40 yemas/kg de madera del año (en este caso).
Importante: toda planta nueva que no llego al alambre debe ser podada a
dos yemas.
Regulación de maquinaria: este es un buen momento del año
para hacer regulación y mantenimiento de maquinaria, además de comenzar las
labores de mantenimiento dentro del cuartel. La pulverizadora de herbicidas se
debe regular para 200 l/ha (caudal-picos) y 2 h/ha (velocidad de trabajo). De
esta forma, la capacidad de trabajo será de 4 ha/día y esto determina que se
puede completar en cinco días un ciclo de control de malezas de 20 ha, si las
condiciones climáticas son favorables.
Estado fitosanitario. Se observan hojas con signos de peronóspora en estado
detenido. Esto se asocia a
una densa cobertura de la canopia, alta humedad en el interior del parral y
poca aireación. El inóculo (esporas del hongo), quedará en la hojarasca del
suelo. Por este motivo hay que estar atento a las condiciones climáticas del
siguiente ciclo vegetativo y realizar un tratamiento fitosanitario temprano y
específico para esta enfermedad, con un producto sistémico. Se debe respetar la
dosis (siempre expresadas por hectárea), conocer el volumen erogado (l/ha de
agua) y hacer las aplicaciones en los momentos oportunos (máxima vulnerabilidad
de la enfermedad). Más adelante se encontrará un plan fitosanitario básico,
para evitar este tipo de problemas.
Hay, en toda la finca, signos de
intoxicación con cloro (margen necrosado de la hoja y/o hojas secas que se
caen, quedando sólo el pecíolo), y boro (puntos negros que se acumulan
en el margen de las hojas). Esto se relaciona con un riego deficitario
(frecuencia o lámina de riego insuficiente) o la falta de un requerimiento de
lixiviación (lavado), para permitir que las sales se mantengan en el borde
del bulbo húmedo (riego por goteo). También esto se puede relacionar con un
intervalo de tiempo superior a 10 días sin regar (por falta de agua u otras
razones durante la etapa en verde primavera-verano), lo que provoca la ruptura del bulbo húmedo y la migración de sales
tóxicas hacia el interior de la zona de exploración de las raíces, produciendo
el síntoma observado. Se recomienda, en función del agua disponible, hacer un nuevo
cálculo de la lámina de riego y su distribución (frecuencia y horas de riego
por día), para garantizar que el bulbo húmedo no se rompa durante el ciclo
vegetativo. Para esto, consultar a los técnicos del INTA, especialistas en
riego y drenaje Alfredo Olguín o Federico Montenegro.
Sería conveniente, en invierno,
regar a manto y/o aplicar una lámina de riego excesiva, con el equipo de riego,
para hacer un lavado de sales tóxicas, garantizando la formación del bulbo
húmedo y una reducción en la concentración de sales en la zona de
exploración de las raíces.
Importante: para facilitar la maduración de los sarmientos, es necesario
programar los riegos para que finalicen a principios de abril, obligando a la
planta a detener su crecimiento y; así, evitar que quede agua en el tronco, lo
que puede provocar la muerte de la planta.
Importante: de continuar con los riegos, seguirá circulando la sabia
y, llegada la primera helada, podrá quedar agua en el tronco que, por congelación,
lacerará el floema (tejido vivo de conducción de savia elaborada). De ocurrir
esto, la planta podrá tener dos consecuencias: muerte parcial de la parte aérea
con lenta recuperación y/o muerte total de la parte aérea con rebrote desde la
base en la siguiente estación de crecimiento.
Fertilización: se sugiere realizar un cálculo
del plan de fertilización basado en la extracción. Ya que la finca tiene equipo
de fertirriego es factible el uso de fertilizantes de bajo costo como urea
(soluble) y ácido fosfórico, siendo estos los más importantes (nitrógeno y fósforo).
En Flame Seedless hay signos de deficiencia de magnesio, lo que implica
afecciones durante la fotosíntesis, por ser este un componente estructural de
la clorofila. Aplicaciones de sulfato de magnesio y sulfato de hierro (de 2 a 3
kg/ha), junto a las pulverizaciones foliares, para control de enfermedades, son
eficientes y regulan esta deficiencia mineral.
Calicata. Se observa un paño con signos de
revinición y/o proceso de salinización. Hay malezas indicadoras de agua cercana
a superficie (pájaro bobo) e indicadoras de salinidad (espina blanca). Esto
puede tener diferentes causas por lo hay que determinar: a) si hay un
impedimento en profundidad que interrumpa el drenaje y/o b) si existe una napa
freática cercana que origina el ascenso capilar del agua y ciclos sucesivos de
evaporación y deposición de sales sobre la superficie. Recomendación: hacer una calicata (12 h antes de la observación, no
más) de 1,8 m de profundidad; 1,5 m de largo y 1 m de ancho, transversal a la
hilera entre dos plantas. Solicitar visita con 10 días de antelación.
Barbechos
Selección del material: desde un principio se debe
descartar el material de plantas que presenten cualquier tipo de defecto.
Preferentemente se deben seleccionar plantas productivas (se marcan en verano),
con sarmientos dorados, vigorosos, de aspecto sano, sin signos de oídio ni peronóspora.
Se debe tener presente que el sarmiento contiene sustancias de reservas que,
una vez hidrolizadas, serán el sustento para el crecimiento de raíces. Por este
motivo se descartarán sarmientos débiles y enfermos.
La longitud ideal de las estacas
ronda los 50 cm, tratando de que cada estaca no posea menos de 4 yemas. Si se
prevé que el terreno en donde crecerá dispondrá de poca agua, el largo podría
ser de 60 cm. La experiencia indica que las raíces que se desarrollan de una
estaca larga, son más débiles que las que las que se originan de estacas
cortas, siendo las raíces de estas últimas más numerosas y de mayor vigor. Es
preferible tomar las bases de los sarmientos y dejarles un tocón, cruceta o pie
de mula, lo que es una porción de madera vieja o del año anterior. Esta porción
de madera contendrá mayor cantidad de sustancias de reserva y poseerá mayor
cantidad de yemas rizogénicas, por lo que facilitará el crecimiento de las
raíces.
Acondicionamiento: una vez que el material fue
seleccionado, se arman atados o paquetes de 100 a 200 estacas. Estos paquetes
pueden ser llevados a frigorífico o pueden ser enterrados. En el primer caso,
deben tratarse con un fungicida para que no se formen hongos durante el almacenamiento
y el material debe estar entre 0 y 5 °C con un 90% de humedad. Luego de hacer el tratamiento con un fungicida (captan,
folpet, etc) los paquetes deben ser envueltos en nylon o material plástico para
consérvalos hasta su plantación en viñedo. Si el material será enterrado
(estratificación de estacas), este
debe ubicarse en un pozo amplio a 60-70 cm desde el suelo. Se debe tratar de que el tipo de suelo sea
franco: ni arenoso (se secaría), ni arcilloso (retendría mucha agua). Con esta
opción se debe garantizar que haya una fuente de agua cerca que permita mantener
el suelo húmedo (no con exceso de agua). También es importante que no se seque,
por lo que lograr el equilibrio justo en la proporción de agua es difícil. En
este caso (estacas estratificadas), no es necesario envolver los paquetes con
plástico y es conveniente rodear los paquetes con arena. Si hay diferentes
materiales, estos deben ser etiquetados. Un aspecto muy importante es que el
acondicionamiento debe producirse el mismo día en el que se seleccionan las
estacas para que no haya deshidratación.
Preparación de estacas pre
plantación: a la
salida del invierno, antes de la brotación se debe extraer el material del
suelo o se debe sacar del frigorífico para plantación. Antes de la plantación es
muy importante que se eliminen inhibidores con agua corriente por 24 horas.
Frecuentemente se colocan los paquetes en acequias en donde circula agua de
turnado.
Plantación: sólo en caso de bajo
enraizamiento1, se podrá aplicar auxinas para facilitar el proceso. Lo normal
es que las estacas poseen un alto porcentaje de enraizamiento por lo que no es necesaria
una aplicación de auxinas. Luego del lavado se procede a la plantación. Las
estacas deben ser colocadas en una zanja profunda y se dejan dos yemas
expuestas. Es muy importante que el material que queda enterrado no se dañe o
doble. Esta zanja debe ser permeable y debe permitir el desarrollo de raíces
por lo que se evitará la selección de terrenos compactados. Sería conveniente
que haya una preparación previa del terreno, lo que permitiría una capacidad de
exploración de raíces de 70 a 80 cm.
Injerto Omega: es posible realizar la unión del
injerto (parte aérea) y el portainjerto (base), en un paso. Sin embargo, sin infraestructura,
es conveniente realizarlo en dos etapas. En el primer caso con una tijera
omega, luego de haber seleccionado el material (injerto y portainjerto), y
haber clasificado diámetros, el injerto se corta entre los nudos (los nudos
contienen a la yema). En este caso es necesario atar o encintar la unión para
favorecer la callogénesis, evitar daños y luego colocar una parafina de uso agrícola
(algunos sólo usan parafina), para que el material no se deshidrate. Este se
conserva en frigorífico hasta plantación, directo en tierra, garantizando que
el injerto no quede cubierto y que el pie esté perfectamente desyemado. Dado que
el porcentaje de enrizamiento del pie es alto, no se necesita el uso de una
hormona de enraizamiento. En otros casos, con mayor infraestructura, una vez
que el injerto y portainjerto están unidos se los coloca en bines con aserrín, se
los humedece y se produce la emisión de raíces por forzadura con temperaturas
controladas (este procedimiento es complejo, ya que puede provocar la brotación
del injerto, lo que pone en riesgo todo el proceso. En otros casos, estas
plantas (injerto y portainjerto), se guardan en frigorífico con un fungicida
como captan o folpet y se los conserva hasta el momento de la plantación, sin enraizamiento
previo. Cuando se realiza el procedimiento en dos etapas; primero, se coloca el
pie o portainjerto a campo y, luego de una temporada, se injerta con una púa o lengüeta
(cambia el procedimiento). Siempre se debe desinfectar las herramientas con
cloro al 1,5% con rociador.
Preparación de enraizados (auxina)
o ácido naftalen acético (ANA). ANA viene al 16% o 16.000 ppm (partes por millón). Se debe
tomar 100 g del concentrado y diluir en 1 l de agua; de la dilución se mide 250
ml y se coloca en otro envase llevando su volumen a 1 l. Se repite el
procedimiento hasta logar 4 litros de solución a 4.000 ppm. Luego se puede
asperjar la solución hasta 48 horas después de preparada sobre 1 m2
de talco. Una vez seco el talco (no secar al sol); se envasa. El pie, previa
plantación y húmedo, se coloca en el talco y se planta.
Figura 1. Injerto Omega de banca: cada
tramo del injerto sólo posee una yema, mientras el pie o portainjerto tiene un
largo de 20 cm a 30 cm y debe estar desyemado para que no se afranque (que
brote el pie).
Figura 2. Tipos de bulbos húmedos
según la textura de suelo.
Figura 3. Superposición práctica
que debe existir entre bulbos húmedos. En este caso, no se trata de riego por
goteó, sin embargo, debe primar el mismo criterio.
Figura 4. Hoja con signo de peronóspora
en estado detenido. Se observa con claridad el parche de tapicería o mosaico,
mancha cuadrangular típica de la enfermedad.
Figura 5. Parral de Flame Seedless
con signos de peronóspora, relacionado a un exceso de vigor, canopia cerrada,
falta de ventilación y alta humedad relativa.
Figura 6. Brote con crecimiento
activo en otoño. En este momento del año, la planta debe prepararse para el
receso vegetativo y no debe crecer; por el contrario, debería están enviando
sustancias de reserva al tronco y raíces.
Figura 7. Hoja con signo de
deficiencia de magnesio. Este es el clave en la composición de la clorofila y,
por ende, afecta la fotosíntesis.
Figura 8. Hoja con signos de
intoxicación provocados por acumulación de cloro y boro (sales tóxicas). Esto
puede tener diferentes causas: frecuencias y láminas inadecuadas para el
sistema de riego, ruptura del bulbo húmedo o problemas de cálculo y
dimensionamiento del equipo de riego.
Figura 9. Signos de intoxicación
con cloro (por acumulación). A diferencia de la peronóspora que seca
completamente la hoja, el cloro; primero, produce una necrosis marginal (secado);
segundo, el secado avanza hacia el interior del limbo y; por último, cae la
hoja quedando el pecíolo adherido al sarmiento.
Figura 10. Sector con presencia de pájaro
bobo, maleza indicadora de agua cercana a superficie. El origen del agua puede
ser: a) por acumulación; b) por ascenso capilar desde una napa freática
cercana.
Figura 11. Presencia de espina
blanca (maleza indicadora de presencia de sales tóxicas), en el mismo cuartel
que se muestra en la figura 10. Se sugiere hacer una calicata para determinar
la causa del problema.
Conclusión: se deben reforzar los procesos
administrativos de planificación, ejecución y control, para garantizar que
todos los recursos que se emplean sean utilizados con máxima eficiencia y; así,
alcanzar el potencial productivo: 2.800.000 kg.
Plan fitosanitario general
Importante:
los fitosanitarios tienen una acción residual no mayor a 20 días. Para
aplicaciones de mantenimiento (pasados los 20 días) o luego de una lluvia, usar
productos de contacto. Para aplicaciones principales usar productos sistémicos
(indicado en cada aplicación).
Importante:
respetar la dosis. No subdosificar. Distribuir la dosis por hectárea en el agua
que se consuma por hectárea.
Aplicación 1:
control de oídio (producto sistémico). Momento brote de 15 cm (estar atento en
octubre)
Opciones de
drogas: boscalid + pyraclostrobin 5 kg/ha o pyraclostrobin 200 ml/ha o
penconazole 250 ml/ha. Combinar con producto para Lobesia. Se puede usar urea
foliar, magnesio y hierro.
Aplicación 2:
control de oídio y podredumbre (siempre producto sistémico). Momento floración
(estar atento 30 días posteriores a brotación).
Opciones de
drogas: benomil 1,2 kg/ha o procimidone 1 l/ha + droga para oídio diferente de
la aplicación 1. Se puede usar boro, magnesio y hierro. No usar urea foliar ni
vía suelo.
Aplicación 3:
control de peronóspora (usar producto sistémico) y oídio. Grano de arveja.
Productos
marcados. Elegir uno diferente (respecto a la aplicación 1 y 2) para control de
oídio.
Opciones de
drogas: fosetil aluminio 3 kg/ha o benalaxil 2,5 kg/ha o metalaxil (4%) 2,5
kg/ha. Combinar con otra droga para oídio de la aplicación 1.
Aplicación 4:
control de oídio (peronóspora opcional, según ocurrencia de lluvias - usar
producto de contacto) y podredumbres. Cierre de racimo.
Droga: folpet 2
kg/ha
Aplicación 5:
control de podredumbre. Momento precosecha según período de carencia de la
droga.
Opción: dióxido
de cloro 1 l/ha.
Aplicación 6:
control de oídio (contacto) y peronóspora (contacto). Momento poscosecha
(Marzo, junto al último riego).
Drogar: azufre
(5 kg/ha) + mancozeb (2,5 kg/ha) u oxicloruro 5 kg/ha.
General:
las dosis están calculadas para un gasto de 1000 l/ha. De gastar menor cantidad
de agua, deberá concentrar la droga para alcanzar la dosis. Ante dudas,
consulte.
Se puede
complementar cada aplicación con:
Sulfato de
magnesio 250 g/100 l agua
Sulfato de hierro
250 g/100 l agua
Urea 100 g/100 l
agua (nunca en floración)
Ácido fosfórico
30 ml/100 l agua
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