Variedades: Bonarda, Cereza, Torrontes
sanjuanino, Torrontes riojano, Flame Seedless.
Observaciones y recomendaciones
Cuartel Flame Seedless. Año estimado de implantación
2012. Se observan plantas vigorosas (sarmientos tableados y brotes crecimiento
activo), con un desequilibrio que tiende a generar brotes de más de 2 m de
longitud. En la poda anterior se dejaron ocho cargadores de cuatro yemas con 16
pitones, lo que implica 64 yemas/planta. La expresión vegetativa para esta
variedad permite hasta 140 yemas por planta en podas largas (de 12 a 14
yemas/cargador). Por otro lado, se observa que la cruz, por un mal
posicionamiento de los elementos de poda, está cerrada, el ingreso de luz es
pobre, dificultado la formación de yemas frutales.
Importante: para que una yema se forme frutal, es esencial que haya
iluminación interior, por lo que siempre la cruz de la planta debe estar libre.
La forma en la que se realiza la
poda hace que los braceros se alejen de la cruz, produciendo un envejecimiento
prematuro de los elementos de poda. Se recomienda regular la carga según el
peso de madera de poda de un año (40 yemas/kg de madera). Solicitar una
visita con 10 días de anticipación para hacer la medición.
La sanidad es positiva, se observan
signos de peronóspora (ataques tempranos detenidos), por lo que es necesario
armar un plan fitosanitario preventivo. El control de malezas se observa adecuado.
Sin embargo, la dosis de glifosato que se utiliza es menor a la recomendada
(subdosificación).
Importante: dosis subletales y repetitivas producen resistencia.
Se calcula que se está aplicando
1,5 l/ha de glifosato lo que es una dosis subletal. La recomendación sanitaria
indica dosis que varían desde 2 l/ha hasta 5 l/ha. El gasto de agua (con mochila), es normal
(300 l/ha). Se debe tener presente que a mayor concentración del herbicida,
mayor efectividad. En el caso de la plantación de Flame Seedless nueva, la que
tiene un alto nivel de infestación con cañota, se recomienda el uso de
quizalofop etil (3,5 l/ha) o haloxifop metil (3 l/ha).
Importante: el control de malezas debe iniciarse cuando estas alcanzan
10 cm de altura y con una cobertura del 100% de la superficie a aplicar.
Movimientos de suelo: se recomienda restringirlos al
otoño-invierno para evitar ruptura de raíces durante la época de mayor
crecimiento. Las raicillas del año son las que producen el proceso de absorción
más importante, mientras que las raíces suberificadas (más grandes), son sólo
de conducción de agua + nutrientes. Entre septiembre y marzo se debe evitar el
uso de rastra, arado, cincel y/o subsolador.
Uso de fertilizantes: se recomienda armar un plan de
fertilización que contemple la producción del año, el distanciamiento entre
plantas y la superficie de cada cuadro. Este tipo de plan de fertilización se
basa en la extracción de nutrientes que la planta realizó efectivamente, por lo
que se repone lo necesario y consumido, reduciendo costos y posibles
riesgos de contaminación. Pedir el cálculo del plan de fertilización antes
de hacer la compra de nutrientes, solicitando una consulta con 10 días de
antelación. Los momentos de fertilización con nitrógeno, son siempre de
mayor efectividad cuando se realizan desde brote de 15 cm hasta envero y en
poscosecha. El nitrógeno no queda retenido en el suelo, por lo que se pierde
(la planta no lo emplea), si se aplica en otoño-invierno. Por el contrario, los
fertilizantes fosforados, son fuertemente retenidos por el suelo, por lo que se
pueden hacer grandes aplicaciones sin riesgo de lixiviación (lavado), siendo
que la raíz debe crecer hasta interceptarlos. En este caso, fertilizantes como
el 0-46-0 (superfosfato triple de calcio), pueden ser aplicados en el invierno.
Riego: por un posible ciclo de déficit hídrico es
conveniente reducir el tamaño de las unidades de riego a tres melgas entre
bordos. La finalización del ciclo de riego debe ocurrir a principios de abril.
Se debe detener el riego para evitar que quede agua en el interior del tronco,
lo que provocaría daños por formación de hielo y rupturas. Por otro lado, esto
favorece la maduración de los sarmientos y aumenta la resistencia al frío.
Bonarda: el
registro de producción es adecuado (alto). Se observa una planta equilibrada.
Se recomienda realizar una poda de rejuvenecimiento, eliminando un bracero enmaderado
por año y hacer una redistribución de los pitones (al eliminar el bracero), en
la planta para que no baje la producción. Solicitar visita a finca para la
poda.
Importante: los cortes de braceros que tengan más de 3 cm de diámetro
deben ser pintados con pintura al agua o latex al agua con un fungicida de
amplio espectro (captan, folpet, oxicloruro de cobre), formando una lechada espesa.
Esto impedirá el ingreso de hongos de madera y la propagación de brazo muerto y
hoja de malvón.
Sultanina: se recomienda regular la poda
según la medición de peso de madera de poda y hacer poda larga. Se debe aplicar
el mismo criterio para renovación de braceros envejecidos explicado
anteriormente.
Torrontés sanjuanino y riojano: se observa una planta con un
desequilibrio hacia la producción de hojas y madera. La planta está sombreada
en su interior, afectando la formación de yemas frutales. Las plantas poseen braceros
enmaderados o envejecidos. Hay signos de peronóspora, por lo que se debe
aplicar un plan fitosanitario preventivo para el siguiente ciclo. Solicitarlo
con 10 días de antelación a la compra de productos.
Cereza: se recomienda hacer regulación de poda, según
lo explicado anteriormente. En este caso, se estima que se hizo una poda pobre
(se dejó menor cantidad de yemas de las que había que dejar, para la capacidad
de la planta). Se observan sarmientos tableados y signos de vigor.
Flame Seedless nuevo: poda invernal a dos yemas. Hacer
control con hebicida (indicado anteriormente) en el mes de abril.
Figura 1. Hola con signo de
peronóspora en estado detenido. Esto indica que el inóculo del hongo (esporas),
quedará en el suelo durante el invierno y que existe riesgo, según el clima, de
ataques durante la siguiente emporada. Se debe aplicar un plan fitosanitario
preventivo de modo temprano.
Figura 2. Parral de Torrontés con
signos de exceso de vigor, sombreado y braceros envejecidos.
Figura 3. Braceros envejecidos y
elementos de poda que se alejan de la cruz, lo que dificulta la circulación de
la savia y la alimentación de las yemas. Se debe realizar una poda de
rejuvenecimiento, eliminando un bracero enmaderado por año.
Figura 4. Signo de peronóspora en
donde se observa el avance del hongo hasta las nervaduras, formando manchas
poliédricas típicas.
Figura 5. Brote con crecimiento
activo, lo que indica desequilibrio vegetativo o exceso de vigor. Los brotes de
la vid están en crecimiento activo cuando el ápice está por encima de la última
hoja expandida. Lo normal, para una planta en equilibro, es que el brote
detenga su crecimiento en envero. Todo rebrote en poscosecha, implica una
pérdida de energía, ya que no habrá tiempo para que este elemento madure y se
dañará ante la primera helada.
Figura 6. Elementos de poda
ubicados en la cruz de la vid. Esto dificulta el ingreso de luz y afecta la
formación de yemas frutales. La cruz siempre debe estar libre.