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martes, 6 de febrero de 2024

Tratamientos para vid, luego de tormentas de granizo

Una tormenta de granizo, dependiendo de la época del año y estado vegetativo de las plantas, puede provocar daños en troncos, sarmientos, brotes, follaje y fruto. Hay situaciones en las que el daño es grave y afecta el 100% de la producción o más, ya que daña las yemas que fueron inducidas como frutales y que representan la producción del siguiente ciclo.

En los casos en los que la incidencia de la granizada fuera baja, existe una alta proporción de hojas y frutos dañados. Las lesiones en hojas implican una menor taza de acumulación de azúcar en las bayas, retrasando el proceso de maduración. Sin embargo, en los racimos, luego de envero y hasta cosecha, se produce una situación de inestabilidad ligada a: 1) la presencia de azúcar y 2) una herida abierta (lesión), que permite el ingreso de agentes patógenos causales de podredumbres.

Se pueden generar estrategias de acción para reducir los efectos negativos del granizo que incluyan la realización de tratamientos químicos (pulverizaciones y espolvoreos) y/o alternativas no químicas centradas en aspectos organizacionales, seguros o adelantar la cosecha.

 

Figura 1. Uvas afectadas por piedra y un efecto secante por la aplicación de tratamiento fitosanitario.

 

En general; cuando se producen condiciones de inestabilidad relacionadas con las lesiones de las uvas y la presencia de azúcar, se trata de pudriciones secundarias y, al no realizar acciones preventivas, se podría desencadenar un proceso de pérdida total.

Al momento de decidir la realización de un tratamiento fitosanitario hay que tener presente el destino de la producción, nivel de daño en bayas y tiempo de carencia del producto, entre otros como la fecha de cosecha estimada.

Muchas alternativas químicas no podrán ser empleadas, por sus prolongados tiempos de carencia. No obstante; hay productos desinfectantes que poseen cortos periodos de carencia que impiden el inicio de podredumbres.  Existiendo la evidencia de focos de pudrición es necesario un tratamiento químico con pulverización o espolvoreo.  Las recetas secantes con espolvoreo, en general, emplean productos con bajo tiempo de carencia u orgánicos (tierras de diatomea, cal, talco, oxicloruro de cobre y azufre [1]).

Las alternativas no químicas se centran en acelerar la cosecha, lo que no sería posible si las uvas no tienen contenido suficiente de azúcar. Por otra parte, si las hojas fueron lesionadas el proceso de maduración se demoraría más de lo común.

Cuando cae piedra y los daños son graves, los productores se preguntan si es necesario podar para recuperar la planta. El INTA, a través de ensayos realizados en uva de vinificar y otros destinos, recomienda no podar.

 

 Figura 2. Defoliación producida por granizo.

 

Estudios realizados respecto a poda luego de una pedrada


El día 3 de diciembre del año 2002, en San Juan, se produjo una granizada [2] en los departamentos de San Martín, Caucete, Angaco y 9 de Julio que afectó gran parte de la superficie cultivada. En vid para consumo en fresco, las pérdidas fueron del 100%. Por lo ocurrido, desde la EEA San Juan - INTA, se realizó una evaluación de recuperación de plantas con diferentes niveles de poda en verde para la variedad Superior Seedless, replicando el mismo estudio en uvas de vinificar.

Según los estudios realizados, los tratamientos que tuvieron mayor intervención en verde, luego de la granizada (poda mixta y poda de pámpanos a dos yemas), fueron los que presentaron mayor porcentaje de guías sanas al momento de la poda invernal. Sin embargo, al evaluar el número total de brotes, número de brotes de yemas francas y número total de racimos, los mismos tratamientos mostraron los valores más bajos respecto a estas variables. A su vez; los tratamientos con menor intervención en verde luego de la piedra fueron los que presentaron los mayores valores en producción y calidad.

Por lo tanto; comparando plantas sin intervención en verde respecto a plantas podadas luego de una pedrada, no se justifica realizar esta práctica en cuanto a rendimiento, calidad y costos.

 

¿Qué hacer?

 

La recomendación técnica, cuando ocurren granizadas tempranas es no podar en verde ya que a la semana se producirá un rebrote de pámpanos y, en 20 o 30 días más, la planta habrá formado un gran número de hojas que compensarán las pérdidas por el accidente climático. Además; la recomendación de realizar tratamientos fitosanitarios en vid se centra en desinfectar las heridas de la planta provocadas por la piedra y favorecer procesos de cicatrización en brotes y sarmientos. Esta acción puede lograrse con oxicloruro de cobre en altas dosis (hasta 7,5 kg/ha) y/o la aplicación de otros fungicidas de amplio espectro como folpet (1,6 kg/ha). Si la uva contiene azúcares, ya que inició su proceso de maduración, una pulverización con dióxido de cloro aplicado en pulverización (1 l/ha – producto fungistático).

No lo dude; si sus plantaciones sufrieron una tormenta de granizo y no hubo pérdida total, haga un control fitosanitario conveniente. Para eso consulte con su Ingeniero Agrónomo de confianza o vaya a la agencia de extensión del INTA más cercana.



[1] El Azufre puede detener la fermentación del mosto si no se respeta un PC de 30 días.

[2] Por la fecha de ocurrencia se considera granizada temprana afectando a la mayoría de los órganos verdes de la planta (brotes, hojas y racimos)

 

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