Las plantas, como todo ser viviente, cumplen
funciones fisiológicas que les permiten llevar a cabo procesos vitales. Al
referirse a estos procesos se habla de respiración, fotosíntesis, transporte
de azúcares, absorción de agua, transpiración, crecimiento y reproducción.
Absorción de agua
y transporte de azúcares. La planta cuenta con un sistema de pequeños vasos de conducción
llamados Xilema y Floema. El xilema, transporta savia bruta desde las raíces
(órganos de absorción) hasta las hojas. El floema, a diferencia del xilema,
transporta savia elaborada; es decir azúcares, principalmente bajo la forma de
sacarosa, que es producida por las hojas en el proceso fotosintético y que
luego es transportada a otras zonas de la planta en activo crecimiento (brotes,
racimos, flores, hojas nuevas, raíces) o zonas de almacenamiento (tronco,
braceros, raíces).
Transpiración. A través del xilema, el agua
absorbida por las raíces, llega a las hojas mediante un proceso llamado
transpiración. En el proceso de transpiración, análogo a las personas, la
planta cede vapor de agua a la atmósfera y es lo que permite mantener un flujo
de circulación de agua en su interior, transportar elementos minerales desde
las raíces a otras de sus partes (hojas, tallos, troncos y frutos) y regular su
temperatura. Las hojas poseen estomas (pequeños poros en su lado abaxial o
inferior) que es por donde transpira o cede vapor de agua a la atmósfera y
por donde ocurre el intercambio de gases (dióxido de carbono y oxígeno). Todo
esto permite que, durante las horas de luz, ocurra el proceso llamado
fotosíntesis.
Fotosíntesis. En este caso, también existe
intercambio de gases a través de los estomas de las hojas, por lo que deben
estar, necesariamente, abiertos. Cualquier factor de estrés ocasionaría su
cierre y, por lo tanto, se interrumpe dicho proceso. Durante la fotosíntesis la
planta absorbe CO2 del ambiente y con energía solar lo fija y lo
transforma en azúcares que utilizará para alimentar racimos, brotes y almacenar
reservas para la brotación del próximo año.
Si una planta no tiene suficiente humedad en
el suelo, cierra sus estomas para no deshidratarse, de este modo no transpira y tampoco
realiza fotosíntesis, perjudicando su crecimiento.
Respiración. Otro fenómeno que ocurre
durante el día y sobre todo durante la noche, es la respiración. Mediante esta
se transforman los azúcares resultantes de la fotosíntesis (y almacenados
durante el día), en energía que utilizará la planta en otros procesos.
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