Para
tener en cuenta:
No
existen recetas agronómicas para fertilizar, pero si existen criterios
generales. Teniendo en cuenta las situaciones particulares se debe tomar la
decisión más precisa.
Fertilizantes nitrogenados: urea 46-00-00, Nitrato de amonio 33-00-00 y nitrosulfato/sulfonirato o T26 26-00-00, contienen sólo nitrógeno. Estos
deben ser aplicados: cuando las raíces son activas, aprovechando sus dos picos
de crecimiento (luego de la floración y en poscosecha).
Los momentos para aplicación de nitrógeno son: grano pimienta y poscosecha, en uvas comunes y de vinificar. En uva de mesa se hacen aplicaciones a los 20 cm de brote.
Importante: estar atento a los momentos
fenológicos.
¿Se
pueden hacer aplicaciones de fertilizantes nitrogenados en invierno o en agosto-septiembre? No es conveniente, dado que las raíces no están en pleno funcionamiento, las temperaturas de
suelo aún son bajas, se reducen la taza de absorción y suelen ser lavados por
los primeros riegos.
¿Se
puede aplicar urea sin incorporar?
Sí. El problema de una aplicación de urea inmediatamente antes de un riego, es
que parte de su composición se
volatiliza bajo la forma de amoníaco. Se estima que se puede perder, en función de factores como demora antes de riego,
temperaturas, cantidad de fertilizante aplicado, entre otros, hasta un 9%. En el caso de no
incorporarla, se podrá calcular un 5% adicional compensando esta pérdida.
También se tendrá en cuenta que se reducen costos de incorporación.
Fertilizantes fosforados: fosfato diamónico 18-46-00, fosfato monoamónico 11-52-00,
superfosfato triple 00-46-00. Son
los que contienen mayor proporción de fósforo.
Estos pueden ser aplicados en otros momentos ya que, si el objetivo es hacer una fuerte aplicación de fósforo, este elemento no se lixivia (lava) con el agua de riego y permanece en el suelo hasta que las raíces lo interceptan. Por este motivo, el fósforo debe ser incorporado en donde se encuentre el 80% de raíces. Por ello se recomiendan hacer calicatas y conocer sobre la distribución de la raíces en el perfil.
Dado
que el fosfato diamónico y el monoamónico, contienen algo de nitrógeno, es conveniente usarlos en poscosecha o al
inicio de la brotación, dado que la planta podrá tomar parte de ese
nitrógeno cuando el brote tenga unos 20 cm. Si es necesario hacer una
aplicación anterior a este momento, no se deberá tener en cuenta la proporción
de nitrógeno porque se perderá.
En
el caso del superfosfato triple, se podrá aplicar en cualquier momento del
año.
¿Se
pueden combinar fertilizantes nitrogenados y fosforados? Sí. En el caso de que el suelo presente deficiencias
de ambos nutrientes y se quieren aprovechar los momentos indicados para
nitrógeno (son los limitantes, ya que de otro modo se pierde), se pueden combinar
en aplicaciones de grano pimienta y poscosecha.
Fertilizantes combinados: triple 15 (15-15-15)
y sus derivados 15-15-6, entre
otros, nitro full 12-11-18, triple
19 (19-19-19) o similares. Al tener
proporciones semejantes de nitrógeno y fósforo, deben tenerse precauciones de
uso referidas a las limitantes de ambos. Son
aplicados durante la temporada, en verde (brote 20 cm, grano pimienta y
poscosecha) y deben ser incorporados
ya que el fósforo no es elemento móvil. Esto implica un costo adicional en incorporación
y que no se pueden aplicar durante receso vegetativo. Al realizar los cálculos
de aplicación se debe tener en cuenta el nutriente más limitante en el suelo.
En
general, todas las fertilizaciones en vid se realizan a razón de 60 /40 %; es decir, el 60 % es aplicado durante la primera parte
del ciclo vegetativo (grano pimienta o brote de 20 cm + grano pimienta) y
el 40 % restante en la poscosecha.
La
poscosecha es el momento más importante, ya que las vides comienzan su
ciclo en base a sus reservas.
Si
en la poscosecha NO hay hojas, ya que hubo un ataque de peronóspora intenso o
granizo, no es conveniente realizar la fertilización.
El guano de cabra, suele tener una composición de nitrógeno y fósforo
del 0,3 al 0,7%, lo que implica que, al aplicar 10.000 kg de guano por
hectárea, sean incorporados de 30 a 70 unidades, lo que suele no ser suficiente
para cubrir las necesidades anuales. En este caso, para que el nitrógeno esté
disponible en primavera, debe ser incorporado en el mes de mayo, garantizando 5 meses durante su
descomposición. Si este momento se retrasa, debe hacerse una aplicación de
un fertilizante nitrogenado en época de crecimiento de la planta, ya que los microorganismos del suelo, competirán
por el nitrógeno con la planta y no lo dejarán disponible, hasta que se
complete su ciclo.
El guano de gallina aporta hasta un 3% de nitrógeno, y demoran menor
cantidad de tiempo en liberar su contenido, por ello se los suele utilizar como
“arrancadores”. Por ejemplo, si se incorporan 4.000 kg de guano de gallina por
hectárea, se aplican 120 U de nitrógeno, lo que reemplaza fácilmente una
aplicación de fertilizante. El guano de gallina, puede provocar problemas de
toxicidad si se usa en exceso.
Por
último, los planes de fertilización se calculan por hectárea,
necesitándose el dato de N y P de un análisis, el rendimiento del último año (extracción
de nitrógeno) y el marco de plantación, que determina en qué proporción el
fertilizante será distribuido.
Las fertilizaciones pueden no ser
exactas, pero deben ser precisas, ya que son caras y se puede perder mucho
dinero.
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