Yo le pongo 400 g por planta de fertilizante… ¿eso es mucho o es poco?

Antes de que podamos responder esta pregunta, hay que formularnos otras: ¿De qué fertilizante estamos hablando? ¿Qué producción tuvo en el último ciclo? ¿Qué variedad es? ¿Cuál fue su destino? ¿Cuál es el marco de plantación? Hay que calcular.

Todo esto responde a: variaciones en la composición del fertilizante, mayor o menor extracción de nutrientes, mayor o menor exigencia en cuanto a tipo de nutriente, expresión vegetativa y distribución por hectárea… Y son más muchas más las dudas que las certezas ¿Por qué?

¿Conocemos el contenido de nutrientes en el suelo? (análisis) ¿Sabemos si el riego es el correcto? (no puede haber buena fertilización con mal riego) ¿Conocemos el estado general del viñedo? (la expresión de las plantas comunica) ¿Sabemos si hay malezas? (siempre van a competir por agua y nutriente) ¿Sabemos cómo es la distribución de raíces en profundidad? (calicata) Sólo respondiendo el primer grupo de preguntas, podremos acercarnos a una respuesta más concreta… pero aún con dudas.

En muchas situaciones, no tendremos todos los datos, pero tenemos herramientas y conocimientos que nos pueden ayudar…

Ahora sí: 400 g por planta ¡puede ser una barbaridad! Mayor costo Mayor riesgo ambiental Mayor riesgo para la planta