Recomendaciones
técnicas ante daños provocados por heladas ¿Cómo armar una estrategia y qué
factores tener en cuenta?
Luego de algún tipo de accidente climático surgen muchos
interrogantes relacionados con el manejo del cultivo y estrategias para
minimizar efectos nocivos. Sin embargo, son muy amplias las situaciones que se
pueden generar, dependiendo del tipo de cultivo, variedad, zona y momento
fenológico en el que se esté.
¿Qué es una helada? Desde el punto de vista meteorológico, se considera que se ha producido una helada cuando la temperatura del aire, dentro de la casilla meteorológica (a 1,5 m de altura) ha descendido por debajo de cero grado Celsius. Sin embargo, teniendo en cuenta un criterio agrometeorológico, se considera que se produce una helada cuando la temperatura ha disminuido lo suficiente para producir daños en los órganos vegetales. Los daños, en general, se asocian a la formación de hielo en el interior de las células, lo que termina provocando su laceración y muerte. Así, todo órgano vegetal será más sensible (brotes jóvenes y flores) cuanto mayor contenido de agua tenga.
Grado de sensibilidad en vid a heladas (°C)
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Yema dormida
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Yema hinchada
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Yema algodón
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-17
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de -6 a
-12
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de -3,8 a
-8,9
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Primera hoja
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Segunda hoja
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Tercera hoja
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de -1,9 a -6,1
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de -2,2 a -5,6
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desde -1,1
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En el año 2013, durante el mes de septiembre se
registraron tres heladas entre el 16 y el 29, momento que generó mucha
preocupación y un año que finalizó con una merma en la producción del 9% respecto
a la cosecha anterior. Ante la situación, algunos especialistas en cultivo del
INTA, se juntaron para establecer un criterio general al momento de tomar decisiones.
El caso de las hortalizas ¿Qué hacer? El comportamiento de las especies hortícolas (tomate, melón, ajo, entre otras), es diferente al de especies perennes como vid, frutales y olivo. Por este motivo, las recomendaciones sobre hortalizas podrán diferir del resto.
1 Regar de modo normal: se debe favorecer el crecimiento
de la planta dañada. Seguramente estará sensible y necesitará un tiempo para
reestablecer el crecimiento. Durante este período es conveniente que no le
falta agua. Su déficit podría originar un nuevo factor de estrés.
2 En el caso de haber sufrido daños, se podrá emplear un
producto químico basado en aminoácidos (anti estrés) con el objetivo de ayudar
a la planta a recuperar las estructuras dañadas y fortalecer los aparatos
fontosintéticos, los que proveen energía de crecimiento y mantenimiento.
3 Ante la posibilidad de una nueva helada y daños
mayores, el replante se podrá retrasar hasta 15 días posteriores a la helada.
Mayor demora generará heterogeneidad en el cultivo, lo que no es deseado para
una buena cosecha.
4 En tomate para industria, cuando el daño es mayor al
20%, se recomienda hacer un replante de ser posible (existencia de plantines).
5 No fertilizar hasta que pase el riesgo de helada.
El caso de la vid. Al igual que frutales y olivos, la vid produce sus yemas fértiles en dos ciclos; esto significa que las yemas frutales futuras comenzaron su formación durante el ciclo pasado y debían completar su desarrollo este ciclo. Por tal motivo, no es posible recuperar la fertilidad perdida si los brotes murieron.
Cuando se haya verificado más del 50% de daño en los
brotes se recomienda:
1 Continuar con los riegos normales para la época.
2 A los 25 días desde la helada, hay que evaluar la
carga y recalcular la fertilización (cantidad y momentos).
3 No se recomienda la aplicación de productos foliares
antiestrés u hormonas, como medida para recuperar el estado reproductivo, ya
que no es posible.
4 En plantaciones nuevas, continuar con los esquemas de
manejo normales.
Para reflexionar:
Cuando muere el
brote, la contrayema podrá brotar y tener un nivel de fertilidad menor al de
las yemas principales. Esto varía según el cultivar (Flame Seedless posee mayor
fertilidad de contrayema que Superior Seedless y Sultanina).
Ante la existencia
de un brote que no murió, pero que tuvo algún nivel de afección por la helada,
la calidad de la fruta será menor.
Un brote
medianamente afectado podrá presentar un efecto perjudicial sobre su fertilidad,
en el siguiente ciclo a causa de fallas en procesos de inducción.
El caso de los olivos (es válido el criterio sobre formación de yemas para vid).
1 Regar con normalidad para no afectar el crecimiento.
2 Hacer un replanteo de la fertilización de acuerdo al
nivel de daño y carga (cantidad y momentos).
3 No se recomienda el uso de productos foliares ni antiestrés.
4 En zonas con presencia de tuberculosis aplicar oxicloruro
de cobre a razón de 400 g/hl, para evitar la infección de las lastimaduras originadas
por frío.
Estrategias de defensa pasiva contra heladas.
1 Hacer control de malezas para favorecer la llegada de
los rayos de sol al suelo y la acumulación de energía en profundidad. La
presencia de vegetación uniforme juega un rol de aislante.
2 Regar para mantener el suelo húmedo. El alto calor
específico del agua ayuda a transmitir energía en profundidad. El suelo no debe
estar inundado porque el agua, por ser un excelente conductor, ayudará a
enfriarlo rápidamente.
3 Un suelo trabajado es más poroso que uno no trabajado
y su conductividad térmica disminuye.
4 Nunca selecciones especies tempranas o sensibles para
zonas con alto riesgo de heladas tardías.
No regar para
retrasar la brotación, como estrategia en zonas de riesgo, es una recomendación;
sin embargo cuando comienza la brotación es imperioso comenzar los con los
riegos, de otro modo se producirían problemas en los procesos fisiológicos de
formación de órganos florales. Además, cuando el suelo está muy seco se puede
producir un estrés en la raíz que perjudicará el crecimiento general de la
planta. Una vez que la planta comenzó la brotación se debe regar.
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